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* Invertirá la petrolera en coquizadora y en energías limpias
* Cayó la elaboración de gasolina, diésel y gas con Fecal y EPN
* Se tendrá que cubrir 250 mil mdp tan solo en el 2026
Por Juan R. Hernández
Grupo Cantón
Ciudad de México.- La deuda de Petróleos Mexicanos (Pemex) se convirtió en uno de los principales desafíos financieros del país tras los sexenios de Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto. En 2007, al inicio del gobierno calderonista, la deuda rondaba los 46 mil millones de dólares. Para 2018, al cierre del sexenio priista, la cifra se disparó a 105 mil millones, sin mejoras en la producción: cayó la elaboración de gasolinas, diésel y gas, mientras aumentaron las importaciones.
La administración de Andrés Manuel López Obrador inició un rescate con transferencias de Hacienda, reducción de carga fiscal y refinanciamiento de pasivos. El endeudamiento no desapareció, pero se contuvo su crecimiento. Con la llegada de Claudia Sheinbaum en 2024, el compromiso se mantuvo, aunque ahora bajo una narrativa más crítica.
@puentelibre.mx Maldita deuda corrupta de Calderon y Peña en PEMEX: Sheinbaum #Nacional #Noticias 👇🏻
La maldita deuda corrupta
Desde Palacio Nacional, la presidenta denunció la “maldita deuda corrupta” heredada de Calderón y Peña, que obliga a Pemex a cubrir 250 mil millones de pesos en vencimientos e intereses tan solo en 2026, cifra que comparó con tres veces el costo del AIFA.
El secretario de Hacienda, Édgar Amador Zamora, precisó que 46% de los vencimientos de Pemex recaen en este sexenio, de los cuales 26% corresponden a 2025 y 2026. La presión llevó a que el déficit presupuestario proyectado pasara de 3.9% a 4.3% del PIB en 2025 y de 3.5% a 4.1% en 2026.
Sheinbaum contrastó el endeudamiento con el desplome productivo: entre 2012 y 2018 la elaboración de gasolinas y diésel cayó de 718 mil a 324 mil barriles diarios, y la petroquímica se redujo a la mitad. “Mientras subía la deuda, la producción caía; la pregunta es ¿a dónde se fue todo ese financiamiento?”, cuestionó.
El gobierno anunció que Hacienda seguirá absorbiendo parte de los intereses hasta 2026, con la expectativa de que Pemex “camine solo” en 2027. Paralelamente, la empresa invertirá en una nueva coquizadora en Salina Cruz, capitalizará Deer Park en Texas y reducirá la dependencia de gas natural importado, con la meta de que hacia 2035 su crecimiento energético combine hidrocarburos y fuentes renovables.
Con menos deuda, más inversión y un discurso de cero tolerancia a la corrupción, la petrolera busca cerrar el capítulo de los excesos neoliberales y recuperar su papel como símbolo de soberanía energética.
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