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Dos adolescentes de 15 y 16 años, originarios de Nezahualcóyotl, fueron hallados en Tabasco, cuando presuntamente serían reclutados por un grupo criminal
REDACCIÓN
GRUPO CANTÓN
La alerta por la desaparición de dos adolescentes mexiquenses terminó con un hallazgo inesperado a más de 600 kilómetros de distancia.
Un operativo de la Guardia Nacional permitió localizar en la central camionera de Cárdenas, Tabasco, a dos jóvenes de 15 y 16 años, vecinos de Nezahualcóyotl, que presuntamente eran víctimas de un intento de reclutamiento forzado por parte de una célula criminal.
El reporte de desaparición había sido emitido por las familias el 2 de septiembre, luego de que ambos salieran de sus hogares sin dar aviso.
Las investigaciones señalaron que un hombre los habría contactado con promesas de empleo y oportunidades en el sureste del país, hasta convencerlos de abordar un autobús con rumbo a Villahermosa.
Gracias al rastreo de las líneas de transporte y a la activación de protocolos de búsqueda inmediata, los adolescentes fueron detectados en Tabasco. Testigos indicaron que presentaban signos de cansancio y desorientación, además de que llevaban más de un día sin alimento.
Tras la intervención, fueron trasladados a la Fiscalía General de Justicia del Estado de Tabasco, en espera de reunirse con sus familias.
Autoridades locales destacaron que la intervención se dio en un momento crítico, pues la ruta y las condiciones del traslado coincidían con patrones utilizados por grupos criminales para captar a jóvenes en situación de vulnerabilidad.
La noticia generó indignación en Nezahualcóyotl. “Estamos agradecidos porque los encontraron vivos, pero esto no debería pasar. Nuestros hijos no están seguros ni en su propia colonia”, expresó Rosa Martínez.
Organizaciones sociales han pedido reforzar la coordinación entre municipios y estados para evitar que menores sean enganchados por falsas promesas de empleo o dinero rápido. Asimismo, exigen campañas informativas en escuelas para alertar sobre los métodos de manipulación utilizados por el crimen organizado.
Las investigaciones para dar con el responsable del engaño siguen abiertas. Mientras tanto, los dos adolescentes reciben acompañamiento psicológico y jurídico, en un intento de devolverles seguridad y estabilidad tras una experiencia que refleja, nuevamente, la vulnerabilidad de la juventud frente a la delincuencia.
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