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Desde complicaciones en el tránsito vehicular, hasta retomar la rutina de llevar a los niños a las escuelas, el retorno a las aulas en la capital tuvo algo de desorden y nervios
POR DIEGO RAYA
GRUPO CANTÓN
Ciudad de México.- Entre acuerdos, juntas con padres de familia, tránsito vehicular pesado, operativos de la SSC, tenis de color, cabello largo, cuadernos, útiles nuevos, y prisas, dio inicio el ciclo escolar 2025-2026 para millones de estudiantes y docentes de nivel básico, medio superior y superior en la capital. El calendario contempla 185 días de clases y concluye el 15 de julio de 2026.
La llegada masiva de alumnos generó presiones: desde tempranas horas se registró tránsito intenso, filas en algunas papelerías y un operativo desplegado por las autoridades capitalinas. Aunque esta medida alivió parte del caos, algunos padres de familia reportaron complicaciones y nerviosismo por arrancar el año de buena forma.
En la Secundaria 111 Alejandro Von Humboldt, la profesora Gabriela Cesatti, encargada de la clase de Química, describió un ambiente cargado de nervios, ansiedad y desorden: “uniforme, tenis de colores, cabellos desaliñados y muy largos. Grupitos de platicones”, se formaron de inmediato. Contó para Diario Basta que solo una alumna fue la única que cumplió con tener su cuaderno listo desde el primer día, mientras que en uno de los tres grupos que atiende, tuvo que imponer orden para recuperar la atención y el silencio de la clase.
En opinión de la docente, un desafío existente es el déficit de hábitos y valores en los alumnos: “Hay falta de límites. Son situaciones que no permiten realizar adecuadamente el trabajo en el aula”. Explicó que son elementos que derivan en molestias recurrentes cuando se trata de convocar a padres para dialogar sobre disciplina y aprendizaje.
Por su parte, Mayra Bárcenas, madre de un niño que entró al primer grado de primaria, contó a Diario Basta lo siguiente: “Dormí un poco más temprano a Dylan (su hijo). Le di de desayunar y lo llevé a la escuela. Vi que había más papás de lo normal, ya que como ingresaron los de primero, pues son los que se quedan al primer día de clases. Es difícil retomar la rutina, porque los demás días nos levantábamos a las 11 o 12 de la mañana; ahora a las 7. Con trabajos nos paramos”.
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