240 lecturas
Parece que ahora la única táctica que tiene la oposición es el ser victimarios pero vestirse de víctimas: Lilly Téllez, da dos veces entrevista a la cadena norteamericana FOX, pidiendo “ayuda” del gobierno norteamericano, en lo que medios y redes interpretaron como traición a la patria, la respuesta de la ex conductora de noticias fue gritar que “la presidenta la estaba persiguiendo”; mismo discurso que maneja Simón Levy, (conocido defraudador y golpeador) ante la ficha roja de búsqueda y captura que hay sobre él. Otro caso es el de Lourdes Mendoza, ex reportera y ahora caza celebridades que lanzó un agresivo post hacia el hijo menor de AMLO, y la respuesta en redes fue agresiva, violenta y contra la hija de la ex reportera por lo que ella también gritó: “la presidenta me persigue”, “el oficialismo está siguiéndome los pasos” y otras mentiras similares. Y la última maroma es la de Ricardo Salinas, cuya arena del reloj se está acabando para que pague el adeudo que tiene con Hacienda, de 74 mil millones y contando, adeudo que, cabe mencionar, no es nuevo, sino desde hace 16 años, pero que, Salinas atribuye tanto a AMLO (a quien dice, tiene demandado) como a la presidenta Sheinbaum. Dudo mucho que AMLO le hubiera firmado ningún contrato a Ricardo Salinas, única forma en la que se le pudiera requerir legalmente, y no quita el dedo del renglón y del victimismo, con un guion igual al de los antes mencionados.
El victimismo empleado para tratar de justificar sus actos y sacar provecho es parte de la manipulación emocional y chantaje del victimista, intentando que los demás se sientan culpables o se responsabilice a terceros (en este caso a la presidenta, o la 4T), de lo que “podría pasarle” al victimista, el caso más claro es el de Ricardo Salinas gritando “el sistema me quiere quebrar”, cuando técnicamente, está quebrado y no precisamente por el sistema (que lo ha mantenido hasta Peña), sino por su mala administración.
Atribuirle al “mundo” la propia responsabilidad es parte de la manipulación social de la que pocos ya caen o creen, un tema que quizá hace 15 o 20 años les hubiera funcionado, pero ahora es caduco, tal parece que el guion está escrito por el vicecoordinador de campaña de Xóchitl Gálvez, Max Cortázar, ex baterista de Timbiriche.
Ana María Vázquez
Escritora/Dramaturga
@Anamariavazquez