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* Agresores vigilaron a las víctimas al menos 20 días; usaron una moto y 5 vehículos
* Cateos en Iztacalco, GAM, Otumba y Coacalco revelan red criminal activa
* Se les investiga por homicidio, asociación delictuosa, logística del crimen, compra y ocultamiento de vehículos
POR JUAN R. HERNÁNDEZ
GRUPO CANTÓN
Ciudad de México.- Trece detenidos, una moto y al menos cinco vehículos formaron parte del modus operandi que acabó con la vida de Jimena Guzmán y José Muñoz, colaboradores de Clara Brugada, el 20 de mayo en la colonia Moderna. A tres meses, autoridades federales y capitalinas anunciaron avances con 11 cateos y la captura de presuntos responsables materiales y logísticos. El móvil sigue bajo investigación y, aunque no se descartan líneas, no se ha atribuido a un grupo delictivo ni detectado amenazas contra la jefa de Gobierno, Clara Brugada.
En conferencia conjunta, la fiscal general de Justicia de la CDMX, Bertha Alcalde; el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana federal, Omar García Harfuch; y el titular de la SSC local, Pablo Vázquez, confirmaron la captura de 13 implicados.
La operación, producto de tres meses de inteligencia, cateos y seguimiento, contó con el apoyo de la Sedena, Marina, Guardia Nacional, FGR y la SSC, bajo instrucción de la presidenta Claudia Sheinbaum.
PLANEACIÓN Y MODUS OPERANDI
Las indagatorias revelaron que los agresores vigilaron a las víctimas durante al menos 20 días. Incluso intentaron atacarlos el 14 de mayo, pero desistieron porque Guzmán no recogió a Muñoz como de costumbre.
El 20 de mayo, en Calzada de Tlalpan y Eje 4 Xola, un tirador disfrazado con chaleco fluorescente abrió fuego: Guzmán recibió ocho disparos y Muñoz cuatro. Los agresores huyeron en motocicleta, cambiaron a un Nissan Kicks en Iztacalco, luego a una camioneta Urvan y finalmente a un Renault Fluence y un Chevrolet Optra. Todos los autos tenían placas sobrepuestas o reporte de robo.
La motocicleta utilizada, con matrícula 84TWP3, estaba registrada a nombre de Carlos Jesús N.
LOS DETENIDOS
Entre los detenidos figuran Jesús “N” y Arlette “N”, acusados de homicidio y asociación delictuosa; así como Neri “N”, señalado como parte de la logística del ataque. También fueron aprehendidos en los operativos Abraham “N”, Jesús Francisco “N” y Francisco “N”, quienes habrían participado en la operación de seguimiento y vigilancia.
Se realizaron 11 cateos: seis en la Ciudad de México —en Gustavo A. Madero e Iztacalco— y cinco en el Estado de México —Otumba y Coacalco—, donde se hallaron inmuebles ligados a delitos de narcotráfico y robo de automóviles.
La investigación se extendió también a Querétaro, Morelos y Guerrero, donde se presume que algunos implicados se ocultaron. Aunque las autoridades desarticularon buena parte de la red, el tirador principal continúa prófugo, al igual que los autores intelectuales.
El móvil del crimen permanece bajo reserva y con varias hipótesis abiertas, incluida la posibilidad de un ataque con motivación política con la jefa de gobierno capitalino, Clara Brugada.
Las autoridades reconocieron que el nivel de planeación y la forma en que operaron los agresores refuerzan la hipótesis de que el ataque estaba dirigido contra ambos funcionarios. Asimismo, admitieron que el tirador mostró pericia en el uso de armas, aunque no confirmaron si perteneció a alguna corporación de seguridad.
“Este hecho no quedará impune”, aseguró García Harfuch. La fiscal Alcalde refrendó que la investigación continúa abierta para identificar a todos los responsables, mientras que el secretario Pablo Vázquez subrayó que se reforzaron los análisis de riesgo y capacitación en seguridad para funcionarios del gobierno capitalino.
AGRADECE APOYO DE SHEINBAUM
Previamente en la mañana, Clara Brugada agradeció el respaldo de la presidenta Claudia Sheinbaum y subrayó que la coordinación interinstitucional es clave contra la impunidad. “Estos resultados son apenas el inicio; no descansaremos hasta que se haga justicia”, afirmó.
La detención de 13 personas representa el mayor avance en el caso, pero la investigación sigue en marcha con un objetivo central: capturar al tirador y esclarecer quién ordenó el asesinato.
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