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Por Eduardo López Betancourt
Al ser declarados terroristas los cárteles delictivos por el gobierno de Donald Trump, es incuestionable, nada extraño es que pronto estarán en nuestro País tropas estadounidenses.
La justificación es directa, y poco o nada se ha hecho para combatir la creciente criminalidad. No hay lugar en la Nación donde el cobro de piso y los asesinatos a mansalva no estén a la orden del día. Tal inseguridad es la constante y todo ello envuelto en el ambiente del narcotráfico.
El caso es bastante preciso: autoridades de todos los niveles están inmiscuidas en la atmósfera de terror que se vive. El gobierno vecino ha mandado mensajes muy claros: suspensión de visas a importantes funcionarios, reclamos de delincuentes, inclusive ofreciendo recompensas. El avance para lograr paz en el territorio mexicano ha sido bastante lento y, en ocasiones, se siente retroceso.
Limpiar desde una ciudad hasta una colonia de un entorno delictivo se ha vuelto una tarea imposible; de ahí que, para poner orden, Trump ha decidido ubicarnos como una patria que, en el mejor de los casos, reclama apoyo. Así, llegarán las fuerzas estadounidenses a imponer orden y, de una vez por todas, permitir que podamos andar por las calles sin riesgos, sin que ignoremos si lograremos llegar a nuestros hogares; si al subirnos a un transporte no seremos asaltados y hasta baleados; que, al poner un negocio, por pequeño que sea, inmediatamente llegue la mafia para exigirnos una cuota mensual y, si nos negamos, de forma despiadada se nos haga daño o hasta nos quiten la vida.
Sin duda, la llegada de pelotones extranjeros causará graves y terribles alteraciones. Pero he aquí la pregunta: ¿qué hace la Policía Municipal para evitar la criminalidad? ¿Cuáles son las obligaciones de la Policía Estatal? Refiriéndonos a estas dos corporaciones, ¿quiénes las dirigen?, ¿cuáles son sus resultados? Aceptemos que son escasos o nulos. Lo peor, una Guardia Nacional que ha sido todo un fracaso: inútiles, torpes y nada avezados para combatir el crimen y, sin duda, inmiscuidos en el mismo.
