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RESIDENTES DE UNIDAD TEPALCAPA, EN CUAUTITLÁN IZCALLI, LLEVAN CASI UNA SEMANA PADECIENDO LA FALTA DE LÍQUIDO DEBIDO A UNA FALLA ELÉCTRICA EN LA BOMBA QUE LOS ABASTECE DEL RECURSO
REDACCIÓN
GRUPO CANTÓN
La paciencia de los vecinos de la unidad habitacional Infonavit Tepalcapa, llegó al límite: cumplen seis días sin agua, por una falla eléctrica en la bomba que abastece a 56 departamentos del municipio de Cuautitlán Izcalli.
El problema, que también afecta el alumbrado del estacionamiento, mantiene a decenas de familias, entre ellas más de 20 adultos mayores, acarreando cubetas desde pisos bajos hasta cuartos pisos.
Según relatan los residentes, el fallo se debe a daños en el cableado subterráneo. La Comisión Federal de Electricidad (CFE), ha reconocido la avería, pero advierte que la reparación podría tardar hasta 10 días hábiles, postergando la solución hasta el 22 de agosto.
“Dicen que ya tienen la denuncia registrada, pero los días pasan y seguimos igual”, reprochó Ana Espinosa, representante vecinal.
La inconformidad crece, porque los vecinos afirman que, estas fallas son recurrentes desde antes de la pandemia. Espinosa explicó que, en cada reporte, primero envían cuadrillas de líneas aéreas que, al llegar, dicen que no es su responsabilidad y que debe atenderlo el equipo de subterráneo, lo que prolonga aún más el tiempo de espera.
“Hasta hemos tenido que ‘invitarles un refresco’ para que llamen a sus compañeros”, comentó con ironía.
A esto se suman acusaciones de posibles cobros indebidos: pagan alrededor de 3 mil 700 pesos por la electricidad de la bomba, mientras que, en otras unidades más grandes, el gasto no supera los 2 mil pesos.
El Consejo de Participación Ciudadana detectó que la línea de la bomba podría estar conectada al alumbrado público, lo que significaría que los vecinos están pagando por ambos servicios, a pesar de que el mantenimiento de las luminarias corresponde al ayuntamiento.
Las quejas incluyen también la falta de seguridad en las instalaciones. Un cable de alta tensión permanece expuesto desde hace más de tres años, cuando debería estar soterrado, lo que representa un riesgo para todos.
“No solo no arreglan, sino que dejan peligros que cualquiera puede lamentar”, señaló otro vecino afectado. Los residentes preparan un oficio conjunto para exigir a la CFE y al gobierno municipal, una reparación inmediata, y una auditoría sobre los cobros y las condiciones de la infraestructura.
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