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Por Pedro Linares Manuel
CONSTELACIONES FAMILIARES
En muchas familias, el dinero no es solo un recurso económico: se convierte en un símbolo cargado de emociones, historias y lealtades invisibles. Desde la mirada de las Constelaciones Familiares, el dinero puede vincularse a la culpa cuando existen hechos no resueltos en el sistema: herencias injustas, fortunas obtenidas a costa del sufrimiento ajeno, deudas no pagadas o exclusiones que dejaron huella.
La culpa puede manifestarse de varias formas: dificultad para cobrar lo justo, gastar de manera compulsiva, perder oportunidades de crecimiento o incluso sabotear proyectos que iban por buen camino. Inconscientemente, quien carga esta culpa busca equilibrar un “daño” que no siempre le pertenece, pagando un precio emocional o económico para compensar a miembros del sistema que fueron tratados injustamente.
LEALTAD INCONSCIENTE
En otros casos, la fidelidad al clan lleva a rechazar el éxito económico porque en la familia “nadie tuvo mucho” o “quien prosperó se alejó”.
Así, se perpetúa una lealtad inconsciente que prioriza la pertenencia sobre el desarrollo personal.
La constelación permite visibilizar estas dinámicas y devolver la responsabilidad a quien corresponde, reconociendo lo que fue y honrando las historias de esfuerzo sin cargar culpas ajenas. Tomar el dinero con gratitud y dignidad es también tomar la vida y permitir que la energía fluya hacia el bienestar propio y de las siguientes generaciones.
REFLEXIÓN FINAL
El dinero, en su esencia, es una energía de intercambio y sustento. Cuando está limpio de culpas heredadas, puede convertirse en un puente hacia la abundancia y no en un recordatorio de viejas heridas.
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