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Alcalde López Casarín anunció recuperación de estos ecosistemas; las principales alertas corresponden a deslaves, invasión de predios, erosión y acumulación de desechos
POR OMAR MONTALVO
GRUPO CANTÓN
Ciudad de México. – Junto con autoridades capitalinas, el alcalde de Álvaro Obregón, Javier López Casarín, anunció que se llevará un programa de recuperación de barrancas en la demarcación, una iniciativa que ya se ha llevado a cabo en otras administraciones, pero que no logran dar solución a sus constantes riesgos identificados por casos de deslaves, invasión de predios, erosión y contaminación del suelo.
La geografía de Álvaro Obregón se compone por un sistema de barrancas que de acuerdo con el Atlas de Riesgos de la alcaldía, contempla al menos 15 de este tipo de ecosistemas que son parte del Sistema de Barrancas del Poniente de la Ciudad de México. De este tipo de formaciones que tienen un mayor tamaño, destacan las barrancas Río Mixcoac con una extensión de 88 a 89 hectáreas, Jalalpa de 67 a 69 hectáreas y Becerra con hasta 35 hectáreas.
De estas barrancas, el Atlas de Riesgo de Álvaro Obregón indica que hay un panorama general dónde se encuentran afectadas por asentamientos humanos irregulares y son utilizadas como tiraderos clandestinos de basura y cascajo.
Las barrancas que presentan más alertas constantes son la de Río Mixcoac, ya que cuenta con grandes tramos urbanizados, pero que ante el reblandecimiento de tierra, existe el riesgo del deslizamiento de laderas; la de Jalalpa, al tener asentados varios vecindarios, es una zona prioritaria de atención, ya que constantemente se reportan daños a viviendas linderas; así como Becerra en su sección Tepehuache, dónde hay asentamientos humanos irregulares, que han requerido de operativos para remover las construcciones.
De igual forma el documento indica que dependiendo de la época del año, hay distintas alertas que impactan a la población. Los principales riesgos ocurren durante la temporada de lluvias, debido a deslaves en zonas con casas y construcciones cercanas, además de inundaciones en las partes bajas de las barrancas. Mientras que en la temporada seca, estas regiones sufren erosión y mayor acumulación de basura.
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