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Por Juan R. Hernández
jraymond73@gmail.com
La diputada Xóchitl Bravo ha dado un paso importante al reunirse por segunda ocasión con locatarios de mercados públicos de la Ciudad de México. No se trata solo de escuchar demandas sobre la distribución y venta de frutas, verduras o abarrotes; se trata de reconocer a estos espacios como el corazón económico y social de muchos barrios. Los mercados públicos no son simples centros de comercio: son puntos de encuentro, de identidad y de tradición.
En esta reunión con integrantes del Movimiento Plural de Comerciantes, encabezados por Édgar Mendieta, se refrendó la necesidad de abrir el Congreso a las voces de quienes día a día sostienen la economía popular. Es un gesto de diálogo que debe traducirse en reformas legislativas reales, porque las promesas, si no se cumplen, solo aumentan la desconfianza.
No menos relevante es la labor de la diputada Rosario Morales, quien impulsa una iniciativa para que estudiantes puedan justificar inasistencias por síntomas menstruales. La propuesta ya fue dictaminada en sentido positivo y será votada en el periodo extraordinario de agosto. Es un avance significativo en materia de equidad y justicia social: legislar escuchando las experiencias de niñas y adolescentes es la base de una política con perspectiva de género.
Y, en un ángulo diferente pero igualmente valioso, la diputada María del Rosario Orozco Caballero recordó que la cultura también se legisla. Su iniciativa para declarar el primer domingo de agosto como el “Día Nacional del Chile en Nogada” rescata la gastronomía como patrimonio histórico y cultural de México.
En tiempos en que la política suele desconectarse de la vida cotidiana, acciones como estas muestran que la representación popular debe ser más que discursos: debe ser la construcción de leyes que fortalezcan el comercio local, amplíen derechos y reconozcan la riqueza cultural de nuestro país. Porque la verdadera transformación empieza escuchando, y sobre todo, cumpliendo.