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REDACCIÓN
GRUPO CANTÓN
El barrio de San Miguel Apinahuizco, en Toluca, vivió una noche de consternación tras el hallazgo del cuerpo sin vida de Juan Carlos “N”, de 46 años, en avanzado estado de descomposición dentro de su domicilio.
Fue su propio hermano quien, tras varios días sin poder comunicarse con él, acudió a la vivienda ubicada sobre la calzada de San Miguel. Lo que encontró fue un escenario marcado por el abandono y el olvido: su ser querido yacía inerte en la cama, rodeado de un olor insoportable que ya se colaba por las rendijas del inmueble.
Vecinos aseguraron que el hombre era reservado y llevaba una vida solitaria, lo que dificultó que alguien notara su ausencia.
“Era muy callado, saludaba y se metía. Nunca imaginamos que podía estar muerto durante días”, dijo doña Margarita, quien vive a unos metros del lugar.
Otros habitantes reconocieron que este caso les generó una profunda inquietud. “Te hace pensar qué pasaría si tú también vivieras solo y nadie se diera cuenta si algo malo te ocurre”, comentó don Esteban, comerciante de la zona.
Policías municipales acordonaron el lugar hasta que peritos de la Fiscalía mexiquense realizaron el levantamiento del cuerpo. No se hallaron indicios de violencia, por lo que será la necropsia la que determine las causas del deceso.
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