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Miles de mujeres provenientes del estado de Querétaro arribarán este fin de semana a suelo Méxiquense como parte de su tradicional caminata rumbo a la Basílica de Guadalupe. El municipio habilitó el Estadio Los Pinos como punto de descanso y asistencia médica para las caminantes.
REDACCIÓN
GRUPO CANTÓN
La fe volverá a llenar las calles de Cuautitlán Izcalli con la llegada este sábado de más de 3 mil mujeres peregrinas provenientes del estado de Querétaro, quienes se encuentran en su trayecto hacia la Basílica de Guadalupe.
Como cada año, las caminantes hicieron una parada estratégica en este municipio mexiquense, donde el Estadio Municipal Los Pinos fue acondicionado como zona de descanso y asistencia.
Las autoridades locales activaron un dispositivo especial de seguridad y apoyo médico con presencia de policías municipales, brigadas de Protección Civil y puntos de auxilio sobre la ruta.
Al respecto Rosa Elena Jiménez, vecina de la zona de El Rosario señaló: “Es emocionante ver cómo llegan con tanta fe. Nosotras les ofrecemos agua y fruta, es nuestra forma de acompañarlas.”
@xavitvbien Las #peregrinas de #Querétaro salieron de Tepotzotlán e hicieron escala en #Cuautitlán México; mañana llegan a la Basílica de Guadalupe
En tanto Carlos Gutiérrez, de Los Pinos indicó: “Da gusto ver esta tradición viva. No todos los días uno ve tanta gente unida por una causa tan profunda.
Ante la magnitud del evento, se realizaron cierres parciales en algunas vialidades, entre ellas la autopista México-Querétaro y partes de la Calzada de Guadalupe, generando recomendaciones para automovilistas a tomar vías alternas.
Las peregrinas, quienes partieron desde municipios como El Marqués, Pedro Escobedo y Corregidora, fueron recibidas por vecinos que año con año celebran esta muestra de fe. “Nos llena de orgullo verlas pasar, su esfuerzo inspira”, comentó Rosa Elena Jiménez, vecina del barrio El Rosario. Otros habitantes no dudaron en ofrecerles agua y alimentos a las caminantes.
Tras una misa matutina a las 7:00 horas, el grupo retomará su camino con destino final en la Basílica de Guadalupe. Posteriormente, se espera la llegada de un segundo contingente, compuesto por varones que continuarán la jornada religiosa el domingo.
Este acto de devoción, repetido año tras año, es testimonio vivo de una fe colectiva que traspasa caminos, fronteras y generaciones.
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