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Las obras que se desarrollan en estos predios fueron denunciadas por vecinos por retirar decenas de ejemplares sanos
Por Diego Raya
Grupo Cantón
Ciudad de México.- Durante los últimos días, un par de construcciones ubicadas en Periférico Sur 2273 —en la alcaldía Magdalena Contreras— y en Eje 8 Sur y Patricio Sanz —en la Benito Juárez— acabaron con decenas de árboles ubicados dentro de los terrenos intervenidos. La obra localizada en Benito Juárez, continuó realizando trabajos a pesar de que se interpusieron sellos de suspensión.
En la colonia Acacias —sobre Patricio Sanz y Eje 8 Sur—, el proyecto del supermercado Fresko contempla la edificación de tres niveles con sótano y área de venta, según indica una manta colocada en el sitio; pese a que Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) colocó sellos de clausura tras protestas de vecinos por la tala de más de 60 árboles y uso irregular de suelo, al sitio siguieron arribando topógrafos y administrativos. La empresa responsable de esta obra es La Comer. Por otro lado, en Periférico Sur 2273 se proyecta un complejo habitacional y comercial, que consta de cuatro torres de hasta 15 niveles, 800 departamentos, oficinas, centro comercial y estacionamientos para más de 2 mil automóviles. La Sedema informó que se conservarían 72 árboles y se trasplantarían 84 —conforme a la normativa ambiental—, sin embargo, no se sabe cuál fue el paradero de dichos árboles trasplantados.
Diario Basta buscó a la Secretaría del Medio Ambiente para solicitar información acerca del lugar de destino de los árboles que fueron retirados a causa de la construcción en Periférico 2272. No obstante, la dependencia no tomó la llamada cuando se solicitó hablar con un operador.
En el caso de la construcción en Eje 8 Sur, también se contactó a la alcaldía Benito Juárez para solicitar su punto de vista respecto al uso ilegal del suelo y la tala de árboles; el número que proporcionan no funciona, ya que no conecta la llamada en varias ocasiones.
Mario, es un vecino que reside en un edificio de la calle Moras; en entrevista para Diario Basta, refirió tras la clausura de la obra se calmó el movimiento, pero antes, ni en las noches las máquinas de excavación dejaban de trabajar.
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