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A siete meses de su reelección, el alcalde Fernando Flores Fernández enfrenta severas críticas por parte de vecinos de colonias periféricas que acusan abandono
REDACCIÓN
GRUPOCANTÓN
A siete meses del inicio de su segundo mandato, el alcalde del municipio de Metepec Fernando Flores Fernández enfrenta una creciente oleada de críticas por parte de los habitantes de colonias periféricas, quienes aseguran vivir en completo abandono, sin presencia policial efectiva ni atención institucional.
Mientras el gobierno municipal presume acciones de seguridad y modernización en zonas céntricas, las comunidades más vulnerables denuncian vivir en el olvido.
“En San Andrés la Pila, la única seguridad es la que intentamos darnos entre vecinos”, expresa Carlos Rivera, quien asegura que los patrullajes prometidos no han llegado y que, en su colonia, la única constante son los robos nocturnos. “Cuando llamamos a la policía, ni contestan. Si algo pasa, estamos solos”, agregó.

La falta de alumbrado público ha exacerbado la sensación de inseguridad. En San Miguel Totocuitlapilco, cámaras de videovigilancia captaron recientemente el robo de una motocicleta.
“Aquí es tierra de nadie. Los delincuentes hacen lo que quieren porque saben que no hay consecuencias”, lamenta María Sánchez, residente de la zona.
Colonias como Casa Blanca, Izcalli y Andrés Molina Enríquez viven bajo un toque de queda tácito, impuesto por el temor. Sus habitantes señalan que mientras en el centro de Metepec se presume orden y vigilancia, en sus barrios reina la oscuridad y el silencio de la autoridad.
Metepec presenta una de las tasas delictivas más elevadas del Valle de Toluca, con 880 delitos por cada 100 mil habitantes. Los robos a casa habitación, de vehículos y con violencia han ido al alza en lo que va del año, sin que haya una estrategia visible que contenga esta tendencia.

“Nos prometieron patrullas, drones y vigilancia, pero todo se quedó en el discurso. Lo único que vemos son publicaciones en redes sociales”, acusa Javier Morales, víctima reciente del robo de su auto justo frente a su vivienda.
La molestia de la ciudadanía se agrava por la percepción de una gestión elitista. “El presidente municipal solo aparece para eventos, inauguraciones o conciertos. Para lo demás, brillamos por su ausencia”, dice con sarcasmo Irene Zamora, comerciante de la zona de La Michoacana.
Para muchos, la reelección de Fernando Flores ha significado una continuidad de omisiones, concluye con resignación Rivera.
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