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Pese al anuncio oficial de una intensa jornada de limpieza en el cauce Verde, vecinos de La Palma Baja en Naucalpan denuncian que la acción fue improvisada
REDACCIÓN
GRUPO CANTÓN
Aunque el gobierno municipal de Naucalpan celebró públicamente una jornada de limpieza en el cauce del Río Verde como un “logro ambiental”, los habitantes de la colonia La Palma Baja, no comparten ese entusiasmo. Para muchos, las acciones implementadas llegan tarde, son improvisadas y, peor aún, forman parte de una estrategia de simulación que intenta maquillar años de desinterés institucional.
La actividad, realizada hace unos días con la participación de diversas dependencias y más de un centenar de voluntarios, incluyó la colocación de costales para evitar desbordamientos y el retiro de basura acumulada. No obstante, los vecinos afirman que la limpieza no pasa de ser un paliativo superficial.
“Esto no es prevención, es maquillaje. Lo hacen solo para la foto”, lamentó Roberto Sánchez, residente desde hace 15 años. “El río sigue siendo un foco de infección. Apenas llueve fuerte, todo lo que quitaron vuelve a aparecer”.
En la zona, el escepticismo es generalizado. María del Carmen Ortega, quien ha sufrido dos inundaciones en su domicilio en los últimos tres años, recalcó que los problemas no se resolverán con jornadas esporádicas: “Necesitamos desazolve permanente, vigilancia y sanciones. Cada año nos dicen que ya está controlado y cada año vivimos con miedo”.
La administración encabezada por el alcalde Isaac Montoya difundió imágenes de los trabajos en redes sociales y aseguró que esta acción demuestra su compromiso con el medio ambiente. Pero los testimonios recogidos contradicen esa narrativa.
“Nos quieren vender como éxito lo que debería ser una obligación mínima. El mantenimiento del río lo pedimos desde hace años y solo reaccionaron cuando hubo protestas públicas”, dijo Javier Méndez, vecino que participó en asambleas comunitarias.
Ivette González, directora de Medio Ambiente municipal, sostuvo que la solución está en la corresponsabilidad ciudadana y llamó a denunciar a quienes arrojan basura. Pero para los residentes, el problema va más allá de la conducta individual.
Los vecinos también recordaron que el Río Verde ha sido fuente de problemas sanitarios, plagas, y riesgo constante durante la temporada de lluvias. Señalan que ninguna administración ha planteado una solución integral y que lo realizado recientemente es insuficiente.
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