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Vecinos de la demarcación bloquearon la autopista México-Toluca para exigir obras hidráulicas que eviten las constantes inundaciones en sus hogares
REDACCIÓN
GRUPO CANTÓN
Con el agua una vez más dentro de sus casas y sin respuestas concretas por parte de las autoridades, vecinos de distintas colonias del municipio de Ocoyoacac decidieron paralizar el lunes la autopista México-Toluca, a la altura de las Plazas Outlet, como medida de presión para exigir una solución urgente a las constantes inundaciones que azotan la zona cada temporada de lluvias.
Desde primeras horas del día, decenas de residentes se apostaron en los carriles con dirección a la Ciudad de México. Con lonas, pancartas y barricadas improvisadas, bloquearon parcialmente una de las vías más transitadas del Valle de Toluca, generando largas filas de automóviles y una creciente tensión entre automovilistas.

La molestia entre quienes quedaron atrapados en el tráfico contrastaba con el cansancio de las familias que, año con año, enfrentan las mismas afectaciones sin que nada cambie.
“Ya no podemos vivir así, con miedo de que en cualquier lluvia se nos metan el agua y el lodo. Cada vez que cae una tormenta, es como vivir una emergencia. Y nadie nos escucha, nadie responde”, lamentó Mariana Herrera, madre de tres hijos, mientras sostenía una pancarta con la frase “Ocoyoacac se inunda, y el gobierno se esconde”.
Las exigencias de los vecinos se centran en la instalación inmediata de bombas de rebombeo y otras obras hidráulicas que mitiguen el impacto de las lluvias. Denuncian que las inspecciones realizadas por Protección Civil no han derivado en acciones efectivas, y que las soluciones siempre se quedan en promesas.

“Lo único que hacen es venir a tomar fotos, y al siguiente año, otra vez lo mismo. Estamos hartos de simulaciones”, señaló Eduardo Solano, otro de los manifestantes.
El clima de desesperación se intensifica entre familias que han visto sus pertenencias perderse bajo el agua. Algunos testimonios hablan de niños enfermos por la humedad y de adultos mayores atrapados entre muebles dañados y pisos encharcados.
“Es una tragedia silenciosa. No solo se pierde el patrimonio, también se enferma la gente y se vive con angustia permanente”, compartió Rosa Elena, vecina del Barrio de San Pedro.
Para muchas familias de Ocoyoacac, el bloqueo no es una muestra de rebeldía, sino un acto de desesperación. Aseguran que seguirán resistiendo mientras la lluvia siga entrando por sus puertas y la indiferencia institucional siga inundando sus esperanzas.
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