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El principal sospechoso es el padre, el caso revela fallas graves en el sistema de protección infantil y ha encendido protestas ciudadanas, familias exigen justicia
REDACCIÓN
GRUPO CANTÓN
En el municipio de Chimalhucán la brutal muerte de una niña de apenas dos años ha provocado una profunda conmoción en la comunidad de San Pablo, donde vecinos y familiares aún intentan asimilar la magnitud del crimen.
El hallazgo del cuerpo de la menor, enterrado bajo un sillón dentro de su propia casa, reveló un escenario de horror marcado por la violencia familiar y la omisión institucional.
El hecho fue descubierto por los abuelos maternos, quienes acudieron al domicilio ubicado en la calle Villa Guerrero, luego de días sin tener noticias de las niñas. La hermana mayor, de solo cuatro años, fue quien narró con inocencia y terror lo ocurrido: “Papá le pegó con el machete y la enterró”, dijo.
Al inspeccionar la vivienda, el abuelo detectó tierra removida bajo un sillón y, al escarbar con sus manos, encontró el cuerpo sin vida de la pequeña, quien presentaba heridas compatibles con arma blanca.
La menor sobreviviente fue trasladada de inmediato a un hospital, donde permanece bajo observación médica y psicológica. Su cuerpo mostraba señales claras de maltrato crónico. Trabajadores sociales han calificado su estado como “de extrema vulnerabilidad”.
“Sobrevivió, pero lleva las cicatrices del infierno. Urge protegerla con todo el peso del Estado”, señaló una especialista en atención infantil.
Vecinos denunciaron que la familia era conocida por antecedentes de violencia, pero los reportes jamás fueron atendidos con seriedad. “Gritábamos por ayuda y nadie escuchó”, reclamó una habitante del barrio. El padre, principal sospechoso, está prófugo y las autoridades también buscan a la madre, desaparecida desde hace semanas.
La Fiscalía mexiquense ya abrió una carpeta de investigación por feminicidio infantil y mantiene un operativo activo para localizar al presunto responsable. Mientras tanto, la comunidad se mantiene en duelo, exigiendo justicia, pero también reformas profundas a un sistema que, una vez más, llegó tarde.
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