Visitas
Por Gaby Gazcón
Grupo Cantón
Bunbury arrasó con el Estadio GNP, la noche del miércoles, en la que sorprendió a más de 60 mil fanáticos con una espectacular producción en rojo, que dejo en claro su regreso triunfal a la CDMX con su gira “Huracán Ambulante 2025”. Se ha presentado en ese mismo espacio nueve veces.
En una noche cargada de emociones, nostalgia y rock, Enrique Bunbury ofreció un inolvidable concierto en el Estadio GNP Seguros de la Ciudad de México, como parte de su gira Huracán Ambulante 2025, marcando su esperado regreso a tierras mexicanas tras más de dos décadas de ausencia, mismo en el que el cantante le agradeció al dios Tláloc permitirle tocar, ya que previamente hubo fuerte lluvia.
Con tráfico intenso y lluvia persistente miles de fans acudieron desde temprano a los alrededores del recinto para reencontrarse con el ex vocalista de Héroes del Silencio. La espera valió la pena: poco después de las 21:30 horas, las luces se apagaron y los gritos no se hicieron esperar.

Abrió la noche fue con “El Club de los Imposibles”, del disco “Flamingos (2002) enfundado en un traje rojo y con su sobrero negro, encendiendo los ánimos de los más de 60 mil asistentes que llenaron el estadio. Le siguieron temas como “De Pequeño” y “El Extranjero”, donde se entrelazaron generaciones de seguidores que coreaban cada verso con fuerza.
Buenas noches, bienvenidos… El Huracán Ambulante presente en la Ciudad de México”, dijo al terminar. El grito unísono de “¡Enrique, Enrique!” no se hizo esperar.
La segunda canción fue “De mayor”, desde las gradas hasta la cancha, el estadio entero coreaba las letras, luego, con “El extranjero”, el cantante invitó al público a ponerse de pie. “Bienvenidos al cabaret… Welcome”, dijo con una sonrisa.
Fue entonces que el cantante se tomó un momento para hablar con calma. Agradeció al cielo —literalmente— por la tregua climática
Gracias a Tláloc que ha hecho una pausa… para que celebremos estos 20 años desde el último concierto con El Huracán Ambulante”. Lo dijo con emoción genuina, consciente de que estaba viviendo un momento que cerraba un ciclo.

Entre clásicos, Bunbury introdujo canciones de su nuevo disco “Cuentas Pendientes”, interpretadas por primera vez en vivo ante el público chilango. Una de ellas, “Te puedes a todo acostumbrar”, fue recibida con palmas al aire, marcando un nuevo capítulo en su discografía que salió el pasado abril. Bunbury no estuvo solo. Lo acompañaron los músicos originales de El Huracán Ambulante, banda que lo catapultó como solista tras su salida de Héroes del Silencio:
Rafa Domínguez (guitarra), Del Morán (bajo), Copi Corellano (teclados), Ramón Gacías (batería), Ana Belén Estaje (violín), Luis Miguel Romero (percusión), Javier Íñigo (trompeta), Javier García Vega (trombón y guitarra española)
De lo más emotivo de la noche fue cuando el artista recordó su primer éxito: “Todo comenzó con esta canción: Radical Sonora”, dijo antes de interpretarla. Continuó con temas como “El Rescate” y “Que tengas suertecita”, con las que completó casi una hora de espectáculo, cediendo espacio para que el público tomara la voz y se adueñara del estadio.
Mostrando su cercanía con los fans, Bunbury saludó a las personas en las gradas e invitó a cantar “Las chingadas ganas de llorar”, provocando una ola de romanticismo y complicidad entre los asistentes. La fiesta siguió con “Apuesta por el Rock and Roll”, donde la energía se elevó al máximo.El repertorio incluyó canciones como “Sí”, “Sácame de Aquí”, “Enganchado a ti” y “Lady Blue”, piezas que mantuvieron la intensidad y mostraron la versatilidad de su propuesta musical.

Aunque parecía que el show había llegado a su fin, Bunbury regresó al escenario para pedir que nadie se fuera aún: “Quedense, se que estamos a media semana, pero todavía hay más”, dijo, antes de interpretar “Serpiente” con todo y coro incluido.
El cierre del concierto no pudo ser más emotivo. “Viento a favor” preparó el terreno para una de las canciones más esperadas por los mexicanos: “El Jinete”, homenaje al legendario José Alfredo Jiménez, que el cantante español ha hecho suya en cada visita a México. El estadio se rindió por completo ante su interpretación, entre gritos, luces de celulares y lágrimas de emoción.
Finalmente, el broche de oro fue “Al final”, la canción con la que Bunbury suele despedirse del público mexicano. Los asistentes, conmovidos y entregados, cantaron a todo pulmón mientras el escenario se llenaba de luces y aplausos interminables
Huracán Ambulante 2025 continúa, pero la noche en el Estadio GNP ya quedó grabada en la memoria colectiva de quienes vivieron una velada épica con una leyenda viva de la música.
Te puede interesar