610 lecturas
Eduardo López Betancourt
elb@unam.mx
Una de las más bellas ciudades de los Estados Unidos de América, sin lugar a dudas es San Francisco, ubicada en la parte norte del Estado de California, con una historia coincidente con otras poblaciones, donde el esfuerzo y valor particularmente de mexicanos, es evidente, se encuentra también ligada al establecimiento de misiones religiosas, en la colonización hispana, circunstancia por la cual se deben sus emblemáticos nombres, tal es el caso de San Diego, Los Ángeles y por su puesto San Francisco.
Es una ciudad prospera que llamó la atención por sus múltiples valores, donde destacan su respeto a la libertad sexual, circunstancia que originó un movimiento mundial. Precisamente durante este mes, se rinde reconocimiento a tan importante hecho y así ondean en varios lugares la bandera LGBTQ+ portan ofrendas de flores por la identidad, para con esta importante revolución.
Sus atractivos turísticos son intensos, su bahía con el emblemático ex presidio de Alcatraz y no se diga el Golden Gate. De igual manera es admirable su sobresaliente actividad deportiva, donde todas las categorías tienen representante de altos vuelos, tal es el caso del baseball con los históricos Gigantes, que han sido campeones en varias ocasiones; de igual manera en el Fútbol Americano, los 49´s han dejado huellas imborrables, que en mucho enorgullecen a sus pobladores y su relevante equipo de basquetbol, los Guerreros de Gold-en State, liderado por su jugador emblema, Stephen Curry.
Lo que si resulta lamentable es el incremento notable de vagabundos, que auténticamente han copado a la bella ciudad, los cuales, más que nada muestran sus altos estados de drogadicción, donde es preocupante la indiferencia de las autoridades.
A los drogadictos se les conoce como “zombies” dado su estado de imbecilidad, producto de los narcóticos, lo que causa un verdadero conflicto social, ya que para ellos robar se vuelve algo cotidiano, ingresan a diversas tiendas, obtienen lo que buscan sin que se les limite, originando un vacío de poder, sumamente desagradable. Los lugares donde pernoctan suelen ser sucios, mal olientes y se refleja en graves riesgos para la población.
San francisco no merece ese trascendental descuido gubernamental.