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Aunque la venta de boletos de equipos de la Liga MX debe destinarse a algunas acciones, el mantenimiento lo destina la UNAM con dinero del presupuesto asignado anual
POR OMAR MONTALVO
GRUPO CANTÓN
Ciudad de México. – El Estadio Olímpico de Ciudad Universitaria al ser un espacio con capacidad de prestar sus instalaciones para eventos profesionales, es la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) que dirige el rector Leonardo Lomelí, la encargada de realizar el mantenimiento del recinto deportivo, aunque por la venta de boletos, los equipos destinan una parte de estos ingresos autogenerados.
Vía transparencia la UNAM indicó en el reporte de un contrato vigente durante el primer trimestre de 2025 que se destinó un monto de 1 millón 847 mil 349 pesos a la empresa Desarrollo Inmobiliario Gerjau S.A. de C.V. por el concepto de “trabajos de mantenimiento correctivo del Estadio Olímpico Universitario, consistentes en plomería, herrería, albañilería y electricidad, en Ciudad Universitaria”, labores que tuvieron vigencia entre noviembre de 2024 y el 19 de abril de este año.
Según este registro, los recursos públicos destinados son de origen federal, es decir, el mantenimiento se pagó con el dinero perteneciente al presupuesto anual que recibe la UNAM y no con el uso de los recursos autogenerados con la venta de boletos por el uso del estadio en eventos deportivos. La relación comercial entre el equipo Pumas de la Liga MX y la Máxima Casa de Estudios, a través de un convenio implica que una fracción del boletaje debe destinarse a la UNAM.
Sin embargo, la institución educativa asume los gastos de mantenimiento por el desgaste del uso continuo de las instalaciones. Además, de acuerdo con el contrato del mantenimiento de este año, la empresa beneficiada Desarrollo Inmobiliario Gerjau, ya ha sido señalada de hacer trabajos de mala calidad en recientes auditorías.
En 2022, la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), destinó hasta 73 millones de pesos en la habilitación de un edificio en su Plantel de Iztapalapa, pero no se respetó el protocolo de entrega recepción de la obra debido a la presencia de trabajos de baja calidad y en algunos casos, hubo infraestructura que no se terminó de ejecutar.
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