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Por Eduardo López Betancourt
CRIMEN CON MENSAJE
No solo México, sino el mundo entero, se impactó con el homicidio violento de dos importantes funcionarios del Gobierno de la Ciudad de México.
La Secretaria Particular de la Jefa de Gobierno, Ximena Guzmán y el jefe de asesores José Muñoz, fueron vilmente acribillados por un solo sujeto. Por su puesto no fue un crimen de los que estamos acostumbrados en este País. Bien sabemos que, en toda la República Mexicana, la inseguridad constituye un drama, al final de cuentas, la tranquilidad no existe. Miles de muertos sin que se sepa quiénes son los autores y es sin duda hay un ambiente dramático que conmocionó todo el territorio nacional.
Volviendo al patético crimen de Ximena Guzmán y José Muñoz, es de lamentarse que no exista una información seria y qué tal vez, esta nunca se conozca. Bajo ningún concepto deberá aceptarse respuestas amañadas y lo peor, mentiras. Estamos habituados a que el Gobierno sin mayor respeto realiza afirmaciones y ofrece resultados carentes de sustento, lo cual es lo que hay que evitar en el caso concreto.
El crimen lleva un mensaje, un aviso a la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, la cual sin duda es la primera que sabe cuál fue el autor intelectual de un hecho que crispó a todo el País, al extremo que inusitadamente se ordenó que la Bandera Nacional se izara a media asta, algo que no solamente nos ha sorprendido, sino lo más grave es que tal vez para muchos ha sido un exceso. Lo peor al margen de lo que debe ser la prudencia y en buen Gobierno.
Estamos ante la incertidumbre y el temor, del que puedan darse hechos de gran impacto, que den por resultado un ambiente desolador, nada recomendable para la época que vivimos.
Las investigaciones deben de ser encabezadas por la propia Jefa de Gobierno como señalamos anteriormente, debe tener mayor claridad, sobre los autores intelectuales y dejemos en claro particularmente, que el hecho produce un estado de zozobra, en especial, en el ámbito de las inversiones extranjeras.
