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El lunes pasado se hizo pública la localización de la activista Sandra Domínguez y su pareja Alexander Hernández, desaparecidos desde octubre del año pasado; el secretario de Seguridad Ciudadana, Omar García Harfuch había declarado al respecto en una mañanera, que la línea de investigación se centraba en los grupos delictivos de Oaxaca en los que presuntamente estaba relacionado Hernández; en conferencia, el Gobernador de Oaxaca, Salomón Jara, confirmó este lunese el descubrimiento de los cuerpos y reafirmó los nexos de Hernández con el crimen organizado local, y que la activista estaba “en el lugar equivocado y en el momento equivocado” ya que iban por Hernández, hay una mujer detenida que presuntamente tenía el celular de Hernández y por el que se le relacionó con grupos delictivos; de los que resguardaban el rancho donde fueron localizados Sandra y su pareja, no queda nadie vivo.
La activista había llevado sus denuncias por violencia de género, violencia digital y feminicidios cometidos por funcionarios públicos o con su conocimiento y omisión; lo que la viralizó fueron las denuncias de chats sexuales de funcionarios con imágenes de indígenas oaxaqueñas, estas denuncias provocaron múltiples amenazas y el gobierno de Salomón Jara se ha actuado de forma omisa en su protección, los ataques fueron también hacia su pareja, filtrando un video con supuestas agresiones a dos mujeres. Los funcionarios denunciados con nombre y apellido permanecen en sus puestos, las denuncias se perderán en un cajón, la investigación sin perspectiva de género brilló por su ausencia y las declaraciones de Jara no hacen más que revictimizar a la víctima.
El nombre de Sandra Domínguez se une al de Claudia Uruchurtu, al de Irma Galindo y el de muchas otras activistas oaxaqueñas cuyo crimen permanecerá impune, la voz de las mujeres que defienden la tierra, el bosque, denunciar la corrupción o defender a otras mujeres es para el gobierno de Oaxaca la peor muestra del rezago social e institucional en el que vive en México. Si para los varones defensores de derechos es un riesgo alto, para una mujer lo es mucho más. En Oaxaca no ha llegado la transformación, ni la 4T ni han llegado todas.
Descanse en paz la abogada y activista Sandra Estefanía Domínguez Martínez
¡La lucha sigue y sigue!
Ana María Vázquez
Escritora/Dramaturga
@Anamariavazquez