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Juan R. Hernández
El Congreso capitalino se prepara para un ejercicio que promete ser cualquier cosa menos terso: las comparecencias de los 16 alcaldes que a partir del 12 de mayo, en el Salón “Heberto Castillo” de Donceles, comenzarán a desfilar ante las comisiones unidas de Administración Pública Local, de Alcaldías y Límites Territoriales, y de Gobierno y Políticas Públicas, para rendir cuentas sobre el estado que guardan sus administraciones y las principales acciones realizadas.
Sobre el papel, el ejercicio es indispensable para fortalecer la rendición de cuentas, pero en los hechos se anticipa que algunas sesiones serán auténticas batallas campales, especialmente para quienes no han estado a la altura de las expectativas ciudadanas. Alcaldías como Cuauhtémoc, Xochimilco, Miguel Hidalgo, Benito Juárez, Tláhuac, Milpa Alta y Azcapotzalco han dejado mucho que desear en varios frentes: desarrollo económico estancado, fallas en la infraestructura urbana, deficiencias en la atención ciudadana y, en varios casos, serias dudas sobre el manejo de recursos públicos (mismas que tendrán que aclarar) y casos de nepotismo.
No será sorpresa que sus titulares enfrenten comparecencias acaloradas, plagadas de reclamos por parte de legisladores que, más allá de las diferencias partidistas, reflejan la inconformidad que reina en la ciudadanía.
El calendario ya está definido: el 12 de mayo iniciarán Álvaro Obregón, Azcapotzalco, Benito Juárez y Coyoacán; el 14 comparecerán Cuauhtémoc y Gustavo A. Madero; el 16 será el turno de Iztacalco, Iztapalapa y Magdalena Contreras; el 19, Miguel Hidalgo, Milpa Alta y Tláhuac; y el 21 concluirán Tlalpan, Venustiano Carranza, Xochimilco y Cuajimalpa.
Temas como transparencia, combate a la corrupción, protección civil, inclusión social, derechos humanos, seguridad y desarrollo urbano estarán sobre la mesa, pero también —y eso no hay que perderlo de vista— la revisión crítica del papel que han jugado los alcaldes y alcaldesas en las zonas donde el hartazgo ciudadano va en aumento.
