Síguenos

¿Qué estás buscando?

Voces

La riqueza de Jesús

35 lecturas
GANAR DINERO NO ES EL FIN, ES EL MEDIO

Sin un propósito claro, el dinero se convierte en un ciclo vacío: se gana, se gasta, se acumula, se pierde… y se repite. Pero cuando tu vida financiera nace de un propósito, cada decisión cobra sentido, cada sacrificio se justifica y cada éxito se convierte en bendición. Muchos persiguen riqueza como quien persigue el viento: sin rumbo, sin profundidad, solo por miedo o vanidad. Pero la verdadera prosperidad nace cuando sabes responder con claridad: ¿para qué quiero crecer económicamente? Quizá tu propósito sea dar una mejor vida a tu familia, apoyar causas justas, construir algo que permanezca más allá de ti, o simplemente demostrarte que eres capaz de administrar la abundancia con sabiduría.

UN PROPÓSITO SÓLIDO TE AYUDA A:

Resistir la tentación de endeudarte innecesariamente.

Ahorrar no por miedo, sino por visión de futuro.

Invertir no por codicia, sino por construir.

Compartir no por obligación, sino por amor.

Cuando el dinero se alinea al alma, florece el carácter, se fortalece la paz interior y se abren caminos que antes parecían imposibles. Porque el dinero no cambia quién eres; revela lo que hay en tu corazón.

No temas soñar en grande, pero sueña con raíces profundas. Tu éxito no será medido solo por lo que acumules, sino por lo que construyas en otros y en ti mismo.

Recuerda: el dinero, en las manos correctas y con el propósito correcto, no es corrupción… es creación.

Hoy es un buen día para preguntarte: ¿Estoy trabajando solo por dinero, o por algo que realmente vale la pena?

Te puede interesar

Advertisement