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Por Juan R. Hernández
La secretaria de Trabajo y Fomento del Empleo de la Ciudad de México, Inés González Nicolás, dejó en claro durante el Foro Laboral que el diálogo social entre sectores productivos es clave para enfrentar los retos del empleo desde una perspectiva de política pública. No es un tema menor, pues el mundo laboral está en plena transformación y exige nuevas estrategias para garantizar estabilidad y crecimiento.
Uno de los grandes desafíos es, sin duda, la irrupción de la inteligencia artificial (IA). Laura Berenice, especialista en el tema, advirtió que para 2030, 75 millones de trabajadores podrían perder su empleo debido a la automatización. Esta cifra, lejos de ser una profecía apocalíptica, es un llamado de atención: la capacitación constante, la innovación y el equilibrio humano-tecnológico serán fundamentales para que la IA complemente el trabajo en lugar de sustituirlo por completo.
Pero mientras el mundo avanza en estos temas, en el Congreso de la Ciudad de México algunos parecen estar más preocupados por sus propias conspiraciones. Y es que ha surgido el rumor de un supuesto “Golpe de Estado” en la bancada de Morena, según algunos personajes que, al parecer, no quieren perder sus privilegios.
Lo curioso es que aseguran que la jefa de Gobierno, Clara Brugada, ya está enterada y que el 31 de mayo habrá cambios, incluso dando nombres de futuros nombramientos como si de una serie de Netflix se tratara. Toda una novela digna de Anabel Hernández.
Sin embargo, la realidad es otra. Morena sigue mostrando unidad y fortaleza en el Congreso. Ejemplo de ello es que las iniciativas del Gobierno de la Ciudad de México han salido adelante sin contratiempos, incluso en temas polémicos como la prohibición de las corridas de toros. Si existiera una verdadera fractura interna, difícilmente se habrían logrado estos acuerdos legislativos.
Así que, más que alimentar especulaciones, habría que mirar los números y los hechos. La agenda legislativa avanza, el trabajo sigue, y los rumores se desvanecerán, como siempre, con la realidad.