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Salvador Guerrero Chiprés
El acceso a modelos de apoyo y atención de la violencia de género tiene como primer episodio la identificación de las expresiones más sutiles y engañosamente inofensivas hasta las más visibles y abiertamente peligrosas.
La violencia comienza con la pérdida del respeto a la otra y al otro. Antes de un golpe hay una escalada de comportamientos tóxicos: comentarios hirientes, burlas y humillaciones son los primeros indicios de un patrón de maltrato. No se trata de “bromas” ni “pequeñas peleas de enamorados”.
Ignorar a la pareja, minimizar sus sentimientos o desacreditarla forman parte de un juego perverso de poder destructivo que debilita la autoestima de la víctima. Este tipo de comportamiento suele incluir amenazas como: “Si me dejas, te arrepentirás” o “Sin mí, no eres nada”, las cuales anteceden a la agresión física.
Según la Organización Mundial de la Salud, una de cada tres mujeres ha sido violentada por su pareja. Un problema con niveles claros y detectables, frente al cual las líneas de emergencia pueden ser herramientas clave.
En la Ciudad de México, durante el gobierno de la ahora Presidenta Claudia Sheinbaum se creó SOS Mujeres *765 para reportar violencia de género. Atendida desde el C5 forma parte de un ecosistema de seguridad conformado por la línea de emergencias 9-1-1, los botones de auxilio y las más de 83 mil 400 cámaras de videovigilancia.
Con el respaldo de la Jefa de Gobierno, Clara Brugada, en el C5 hemos reforzado la atención a través de lo que denominamos “gafas violetas tecnológicas”. Desde el 2024, más de 2 mil novias han recibido apoyo. En respuesta al reporte se activa el envío de unidades de emergencia o se canaliza a organizaciones como el Consejo Ciudadano para apoyo psicológico y jurídico.
Este Día del Amor y la Amistad, las líneas de emergencia ofrecen acompañamiento y juegan un papel crucial en la prevención y atención de la violencia en la pareja.