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En un sistema donde lo viejo no acaba de morir y lo nuevo no acaba de nacer, podemos tener certezas, este será el séptimo año sin sobresaltos económicos; durante el régimen de Peña, la gasolina se “deslizaba” mensualmente ; el precio de la canasta básica subía ya por estas fechas y se mantenía hasta mediados de febrero, creando la famosa cuesta de fin de año; los últimos días de diciembre ya nos preparábamos para una nueva devaluación y el aguinaldo apenas alcanzaba para liquidar algunas viejas deudas para dar paso a las del año siguiente; el Monte de Piedad hacía su agosto con las largas filas de los que empeñaban en diciembre para juntar algo para una cena decente y algún regalo; las tiendas se veían llenas pero los artículos que se compraban generalmente se hacían en pagos. El México que conocí se manejó siempre endeudado y cuando llegó el FOBAPROA, el costo de la vida se hizo cada vez mayor, los pírricos aumentos que cada presidente daba para “beneficio de los trabajadores” nunca representó una verdadera justicia social, sino una burla que se patentaba con las quejas del empresariado porque “sangraban su economía”; los regímenes de dádivas y quedabien de los gobiernos neoliberales, que dieron manos libres principalmente a los norteamericanos para hacer de nuestro país su coto de caza, de saqueo y depredación fueron acotados por López Obrador con la palabra SOBERANÍA. Hoy el dinero que antes se robaban se distribuye en obras sociales, en apoyos directos y siguen saliendo grandes negocios de saqueo como el recientemente difundido por la presidenta Sheinbaum y el FOVISSSTE, ¿Cuántos más habrá todavía? Cierro este año lamentando la guerra en Culiacán y deseando que la estrategia de seguridad de Harfuch dé prontos resultados, no obstante, la intervención norteamericana que bien sabemos, lleva buena tajada al ser el principal hilo conductor del narco mexicano.
Con todo, puedo decirte que estoy entre el 70% de mexicanos y mexicanas que apoyan a la doctora Sheinbaum, que me siento tranquila del manejo que ha tenido del país y de las crisis que han surgido, que me alegra que su estilo, pausado y firme, no se haya contaminado por las voces que piden una y otra vez (y casi para todo), un manotazo en la mesa.
Ana María Vázquez
Escritora/Dramaturga
@Anamariavazquez
