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En marzo del 2021, la activista Claudia Uruchurtu desapareció, desde el 2019 había documentado corrupción, desvío de recursos y otros delitos resultando implicada la entonces presidenta municipal, Lizbeth Victoria Huerta y cuatro personas más por el delito de desaparición forzada de personas, hace unos días, la exalcaldesa fue liberada al reclasificar el delito a “obstrucción a la justicia”, la ficha de búsqueda de la activista en la que se ofrece hasta 1 millón de pesos por su localización nunca fue difundida según lo denunciaron los familiares de Claudia.
Sandra Domínguez, otra activista que saltó a los medios nacionales por denunciar un chat de funcionarios en los que se exponían fotografías íntimas de indígenas en lo que llamaron “chats machistas”; el activismo de Sandra ya había causado molestias a las autoridades estatales cuando desde su puesto como abogada estatal acompañaba y defendía a las víctimas, indígenas sin recursos y denunciando permanentemente las corruptelas del gobierno; a veces la fotografiaban en la calle, otras, le gritaban “soy tu sombra”, con el afán de intimidarla, situaciones de acoso que crecieron cuando los “chats machistas” se hicieron públicos. Desapareció junto con su pareja Alexander el 4 de octubre pasado; desde el 20 de octubre, la fiscalía estatal no ha dado más reportes a la familia y en la mañanera de ayer, Omar García Harfuch indicó que la línea de investigación se basa en un celular (del novio) encontrado y que hay un detenido (que tenía el celular); de las últimas denuncias de la activista, el acoso y los chats, no se ha habló nada, al parecer esa línea de investigación es inexistente. “El gobierno del estado no quiere encontrarla porque va a sacar a la luz todo lo turbio de este caso”, declaró un amigo cercano. Por su localización se ofrecen 500 mil pesos, pero la ficha solo ha sido difundida por familiares y amigos, no por el estado.
Dos casos emblemáticos que tienen mucho en común, ambos de Oaxaca, ambos con la indolencia y/o colusión de las autoridades estatales.
Más de 100 mujeres y colectivos oaxaqueños denunciaron recientemente los feminicidios de al menos 207 mujeres y 686 desaparecidas, todo, durante el gobierno de Salomón Jara. Al parecer, para Oaxaca, no es tiempo de mujeres, o al menos no en el sentido en el que la presidencia habla.
Ana María Vázquez
Escritora/Dramaturga
@Anamariavazquez