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En la alcaldía Azcapotzalco detestan al concejal del Partido del Trabajo, Jaime Blas Hernández, hijo de la petista Betty Hernández.
Resulta que la mujer vendió a su hijo como un diamante en bruto, le creemos que es bruto y aparte apestado; más bien el joven resultó ser un trozo de carbón, ese con el que Santa Claus castiga a los niños que se portan mal.
Y bueno, a él no le traerá nada Papá Noel porque no ha hecho mucho, más que hablar mal de sus compañeros de la alcaldía que, a diferencia de él, si se ponen a trabajar por los chintololos, bajo el liderazgo de la alcaldesa Nancy Núñez.
Pero bueno, ella no tiene la culpa de que este prangana prefiera trabajar en la Miguel Hidalgo y no en la alcaldía por la que fue electo. Así como usted lo lee, querido lector.
El joven ilustre presume en sus redes sociales los eventos políticos a los que acude, en horario laboral, a otra alcaldía que no es la suya.
Pero bueno, también se sabe que el “muchachito” fue puesto ahí por su mamá, la cual peleó el puesto en el PT a pesar de que había otros chintololos que se merecían el lugar.
Querida Betty, enséñale a tu hijo a trabajar, que tus faldas cada vez se hacen más cortas y él no tendrá donde ocultarse. La vida adulta es eso, pues.
Trabajar para sostenerse y mantenerse; ya no lo mal críes tanto que se ponga a hacer algo que para eso le pagan de nuestros impuestos.
Y que no digan que mentimos porque a las fotos está columnista se remite para callar bocas mentirosas.
Dice el joven que quiere construir comunidad, pero no en su alcaldía y que seguirá avanzando, pero queda claro que no por méritos propios. ¡Acúsala con tu mamá, Kiko!