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Arrastran negativas gestiones públicas, acusaciones de corrupción, y señalamientos de nepotismo dentro del partido
DANIEL ESCOBAR
Ciudad de México.- El Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PAN, que eligió Jorge Romero en su nueva fase como dirigente, está integrada por algunos personajes que arrastran negativas gestiones públicas, acusaciones de corrupción, y señalamientos de nepotismo dentro del partido.
Uno de estos integrantes es Eduardo Rivera Pérez, quien recientemente fracasó en sus intenciones para ser gobernador de Puebla, después de ser alcalde de la capital de este estado. Este personaje fue señalado hace unas semanas de controlar al partido en la entidad, al imponer a sus allegados en puestos clave.
“Estas personas que, en su mayoría, trabajaron en el Ayuntamiento de Puebla (…) con muy poca transparencia. Él se quiere hacer por la mala del partido y como no le salen las cuentas por militancia abierta, por eso está decidiendo quedarse de esta manera”, denunció a medios de comunicación la panista Mónica Rodríguez Della Vecchia, luego de que 16 de los 22 consejeros estatales, eligieron el método para la selección del próximo líder poblano del partido.
Eduardo Rivera también fue acusado en la Cámara de Diputados, de endeudar al ayuntamiento de Puebla con 160 millones de pesos en su primer año de su gestión, y encima de ello querer 680 millones más para el cierre de su administración, ya con Adán Domínguez como su sustituto.
“Quedó claro que Eduardo y su grupo del PAN ven a la ciudad como un botín, eso es lo que yo puedo observar y lo digo en un sentido estricto y también objetivo”, declaró la diputada morenista Claudia Rivera.
Otro reclutado de Romero es Renán Barrera, quien en mayo pasado, mientras era candidato para gobernar Yucatán, fue denunciado por enriquecimiento ilícito al presuntamente acumular al menos 20 inmuebles por un valor de casi 200 millones de pesos, en un esquema que involucró a su madre Ana Concha, y a empresarios que contrató cuando fue alcalde de Mérida.
“El enriquecimiento de Barrera Concha se ha visto incrementado exponencialmente teniendo la sospecha fundada de que, para obtener sus propiedades, se valió de su desempeño público burlando marcos jurídicos, en perjuicio de la sociedad”, indicó la expriista Saidén Quiroz en su denuncia FGE/UNATD/UNADT-4924/2024.
Otra es Romina Contreras, actual presidenta municipal de Huixquilucan, municipio mexiquense donde la inseguridad en la demarcación aumentó considerablemente, pues se registraron cerca de tres mil 500 delitos, a pesar de que Diario Basta! informó que fueron más de 485 millones de pesos destinados a este rubro.
De acuerdo con el Secretariado de Seguridad Pública, los delitos que crecieron un 200 por ciento fueron homicidios culposos, asaltos en transporte público y con violencia, y respecto al robo de vehículos y negocios, la incidencia aumentó en un 47 por ciento.
Romina Contreras fue elegida como alcaldesa, luego de que su esposo Enrique Vargas, gobernó Huixquilucan de 2016 a 2021, incluso el ahora senador encabeza algunos actos públicos de la demarcación, aunque oficialmente ya no la encabeza.
También está en este equipo Santiago Taboada, quien al igual que Romero, es relacionado con un caso de corrupción inmobiliaria en la alcaldía Benito Juárez, que según la Fiscalía de la Ciudad de México opera desde hace 15 años, y consistió en la entrega ilícita de permisos y facilidades de construcción.
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