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Por Eduardo López Betancourt
elb@unam.mx
Se encuentran en proceso de desaparición, los organismos autónomos siguientes:
El Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), cuya función es la de regular las telecomunicaciones y la radiodifusión; la Comisión Reguladora de Energía (CRE), que regula las actividades en el sector energético, incluyendo la electricidad y los hidrocarburos.
La Comisión Federal de Competencia Económica (COFECE), que promueve la competencia y evita prácticas monopólicas; la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), que como su nombre lo dice, regula la exploración y extracción de hidrocarburos en México; la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (MEJOREDU), cuya función es buscar, evaluar y mejorar la calidad del sistema educativo en México; El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), organismo público descentralizado con autonomía y capacidad técnica para generar información objetiva, sobre la situación de la política social y la medición de la pobreza en México; y el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), encargado de garantizar el derecho al acceso a la información pública y la protección de datos personales. Todos eran fundamentales e importantes, ya que, su misión estaba orientada a favorecer a los sectores sociales en desventaja.
Se asegura que las funciones de estos organismos autónomos, serán retomadas por diversas Secretarías de Estado, con lo cual se incrementa la centralización. Por supuesto, opositores al actual gobierno, consideran que, al desaparecer estos organismos, se originará una tiranía perniciosa; en cualquier caso, los legisladores deberán actuar con prudencia, cuidado e inteligencia antes de precipitarse en sus decisiones.