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Por JUAN R. HERNÁNDEZ
MAL DÍA PARA ROJO DE LA VEGA
“Hoy nos sentimos burladas. ¿Cómo dar mayor presupuesto a una alcaldía que se robó 10 mil millones de pesos?” Con estas palabras, las diputadas de Morena Xóchitl Bravo y Leonor Gómez marcaron un punto clave en la mesa de trabajo con la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública del Congreso de la Ciudad de México. La alcaldesa de Cuauhtémoc, Alessandra Rojo de la Vega, buscaba justificar la necesidad de más recursos, pero la sombra de la corrupción pasada volvió a salir a relucir. Las legisladoras recordaron los señalamientos contra la exalcaldesa Sandra Cuevas, acusada de gastar en obras que, según afirmaron, nunca existieron. Este contexto de opacidad ha dejado a la Cuauhtémoc con un déficit de confianza que parece no tener fondo. Otro reproche recayó sobre la falta de transparencia en el uso del presupuesto participativo. Al día de hoy, la alcaldía no ha cumplido con la obligación de registrar el gasto en la plataforma del IECM, cuya fecha límite venció el pasado 30 de septiembre.
Esto no solo incumple una norma, sino que también refleja la inacción de una administración que asegura buscar un cambio. En defensa de los principios de la 4T, Xóchitl Bravo ofreció respaldo a Rojo de la Vega en denuncias contra funcionarios corruptos. Sin embargo, le lanzó un reto: trabajar de manera coordinada con el Gobierno de la Ciudad de México para recuperar la confianza de los habitantes. Por su parte, Leonor Gómez exigió resultados en políticas públicas. Señaló que programas como “Puntos Violeta”, destinados a prevenir la violencia de género, no han sido efectivos. “No pueden quedarse en una estampida con QR, necesitan dar resultados tangibles”, afirmó. El panorama es complejo. La Cuauhtémoc enfrenta problemas estructurales que requieren algo más que discursos y promesas. Transparencia, resultados y voluntad política son claves que, hasta ahora, no parecen estar sobre la mesa.
