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Polis se comen los mocos

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Por Salvador Trejo

De qué chingados sirve que tengamos asignados a la vigilancia del Metro a 5 mil 800 tiras si no hacen bien su trabajo y literalmente se están comiendo los mocos cuando están en servicio en las distintas estaciones del Sistema de Transporte Colectivo (STC).

Una muestra de ello es lo que sucedió hace apenas unas horas cuando el orate Kevin Arnulfo Virgen, quien andaba bien pachecote y entró como Pedro por su casa a la estación Tacubaya de la línea 7, sin que ningún cuico se percatara de sus negras intenciones.

Pero no solo burló los torniquetes de acceso, sino que también se dio el lujo de hacer un desmother en los andenes y apuñalar a 4 pasajeros ¿Y los azules? Bien gracias.

Entonces de nada vale que el shaka de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) Pablo Vázquez, quiera tapar el pozo después del niño ahogado y diga que “por órdenes de la jefa de Gobierno, Clara Brigada, se intensificará la vigilancia, pero no dicen cómo le van a hacer.

Cuando ocurrió la tragedia en el Metro Balderas– hace 15 años, cuando un sujeto entró con una biblia y asesinó a tiros a un usuario y un policía que lo enfrentó-, instalaron detectores de metales que hoy brillan por su ausencia, pero eso no es todo, los disque vigilantes del Metro se la pasan en sus celulares Whatsapeando en horas de trabajo, las mujeres policías se dan el lujo hasta de estarse maquillando en el celular, mientras los masculinos se la pasan pajareando y otros hasta dándoselas de don Juanes con las pasajeras.

Entonces, por principio de cuentas deberían quitarles los teléfonos para que no se distraigan y cumplan cabalmente con sus funciones, pues no es posible que un solo sujeto haga tanto desmadre y no haya capacidad de reacción ¿En dónde estaban los policías que cuidaban esa estación? ¿Qué estaban haciendo?

El colmo fue que después de la tragedia los preventivos del Sector Tacubaya se andaban peleando por el detenido con los auxiliares ¡Hágame usted el grandísimo favor! Todavía querían colgarse “la medalla” de la detención. El metro es una bomba de tiempo y si siguen con estas tonterías muy pronto les va a estallar.

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