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Por Juan R. Hernández
La jefa de Gobierno, Clara Brugada, lanzó una invitación a todos los habitantes de la capital a celebrar el Día de Muertos, en una jornada cultural que se conmemorará del 26 de octubre al 2 de noviembre.
La propuesta de la mandataria es clara: “monten su propia ofrenda, no importa si es pequeña o grande”.
Este llamado a la participación ciudadana no solo busca preservar una de las tradiciones más profundas y significativas de nuestro país, sino también promover la cultura en cada rincón de la ciudad.
Las actividades culturales programadas durante esta festividad nos brindan la oportunidad de conectar con nuestras raíces y de compartir momentos significativos con nuestras familias y comunidades.
Pero mientras celebramos la vida y la muerte a través de la cultura, se aproxima otra gran celebración: el Buen Fin. Este evento, que se llevará a cabo del 15 al 18 de noviembre, busca impulsar la economía del país a través de descuentos y ofertas en miles de comercios. Es, sin duda, una oportunidad atractiva para adquirir productos y servicios a precios más bajos.
Sin embargo, es fundamental recordar que detrás de cada compra hay un impacto.
En un país donde el consumo desmedido y el desperdicio son constantes, debemos ser consumidores responsables. Interesante es la propuesta de Silvia Sánchez Barrios, coordinadora de la Asociación Parlamentaria Mujeres por el Comercio Feminista e Incluyente. Su denuncia sobre el desperdicio de alimentos en la CDMX es alarmante: se tiran alrededor de 13 mil toneladas de comida diariamente, mientras que un 15% de la población enfrenta carencias alimentarias.
Este contraste es inaceptable. En la Central de Abasto de la capital se generan 561 toneladas de desperdicio cada 24 horas. Ante ello, Sánchez Barrios presentó una iniciativa para reformar el Artículo 35 de la Ley Orgánica de las alcaldías, promoviendo la creación de Bancos de Alimentos.
Esta propuesta es esencial para abordar la crisis del desperdicio y la inseguridad alimentaria en la ciudad.