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Por Ricardo Sevilla
En el Poder Judicial siguen en su burbuja.
Y amenazan desde su Aula de Cristal.
Los jueces, ministros y magistrados, desde una parodia de la Conferencia Mañanera, salieron a decir que no aceptan opiniones y que, por sus calzones, combatirán la Reforma Judicial.
Y, con su invencible arrogancia, lanzaron un ultimátum: “Como decimos en el medio judicial: las decisiones judiciales se atacan o se acatan”. Y agregan que seguirán combatiendo en tribunales. ¿Y sabe usted por qué seguirán combatiendo? Por sus privilegios, por sus prestaciones millonarias: por sus aguinaldos abultados.
Pero, aunque pataleen y no les guste, “el texto constitucional ya es vigente, es un hecho consumado, y no hay vuelta de hoja. El proceso electoral, por las berrinches y melodramas que hagan, ya comenzó, y se elegirán las personas juzgadoras el primer domingo del mes de junio del 2025.
Desde luego, los juzgadores neoliberales se resisten a la idea de cambiar.
En el Poder Judicial quisieran que continuara el nepotismo en el Consejo de la Judicatura. Y anhelan que, en el Poder Judicial, haya personajes incompetentes, como Dimpna Gisela Morales, quien estudió, en la Cruz Roja, un carrera técnica,
Los corruptos que conforman la élite judicial quisieran que continuara habiendo Oficiales mayores con los mismos rasgos incompetentes y anodinos.
Los tres Poderes de la Unión deben cumplir con la Constitución. El Poder Ejecutivo propuso la Reforma Judicial, siguiendo un proceso legislativo que abarcó seis fases: iniciativa, discusión, aprobación, sanción, publicación e inicio de vigencia. Y eso ya no está a debate.
A pesar del descocado amparo que intenta frenar la publicación, la reforma es vigente. Y ojo: la Ley de Amparo establece sanciones para autoridades que desobedezcan. Y ahí entran varios juececillos. Este caso ilustra la enorme necesidad de que todo el Sistema Judicial se transforme.
