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Este sábado se realizó la primera tómbola para los jueces, magistrados y ministros, sin la presencia del PAN, que ya tomó su semana inglesa desde que inició esta legislatura. Mientras algunos se desgarran las vestiduras y hasta lloran en cámara por la supuesta pérdida de su empleo, otros, como Patricia Aguayo, amenazan con acciones como “intervención de asuntos de interés fundamental y prioritario, inclusive de orden económico para el gobierno federal”, los juzgadores decidieron que este miércoles finalizará su paro de labores ante la exposición de lo que su protesta y huelga con cargo al erario público nos ha costado a los mexicanos, según lo publicó la ministra Batres: $9,818,349,528 pesos; 440,000 juicios de amparo abandonados; 175,000 juicios nuevos ingresados; más de 10,000 audiencias para dictar auto de vinculación a proceso y no obstante, continúan los sabadazos.
Irónico lo declarado por la bancada del PRI, quien dijo que asistiría a la insaculación para que “no haya trampas”; otra de las imprecisiones que se manejan es al de “jueces de tómbola”, falso, habrá un proceso de filtro y selección, ajeno a la tómbola del sábado en la que se seleccionaron puestos y distritos; otra de las imprecisiones fue la de Guadalupe Murguía, coordinadora panista quien declaró que no sería “cómplice de un atropello a nuestra Constitución y a la justicia”. ¿Desconoce que el proceso es legal y está asentado en la Constitución, que fue votado en cámaras y está avalado por la mayoría popular? La misma senadora añadió: “Nuestro compromiso es firme: defender un sistema de justicia imparcial y libre de manipulación política” Es lo que se pretende, ya que el actual sistema no es libre; los compromisos políticos y económicos la han corrompido, los amiguismos, el nepotismo y la preferencia para litigar en contra del pueblo se puede demostrar con casos emblemáticos como el de Israel Vallarta (sin sentencia) o el de Ricardo Salinas (con adeudo millonario desde el sexenio antepasado). La justicia no puede ser libre cuando a los magistrados los elige el presidente o presidenta en turno y al alegar inconstitucionalidad o amenazar como lo hizo Aguayo solo muestran más el nido de corrupción del que dependen.
Ana María Vázquez
Escritora/Dramaturga
@Anamariavazquez
