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Piden instalar a la “Joven de Amajac” en el centro de la glorieta
Juan R. Hernández
Ciudad de México.- Colectivos de mujeres indígenas residentes en la Ciudad de México expresaron su deseo de establecer un diálogo permanente con el nuevo gobierno de Clara Brugada, con el objetivo de avanzar en temas relacionados con su representación cultural y la convivencia con grupos feministas.
En el marco de la conmemoración previa al “Día de la Resistencia”, parte de lo que las mujeres indígenas recalcaron, fue su intención de que dicho diálogo permitiera la instalación de la estatua de “La Joven de Amajac” en el centro de la Glorieta de las Mujeres, ubicada en Paseo de la Reforma.
Originalmente, ese había sido el acuerdo propuesto por las autoridades capitalinas, pero la estatua fue colocada a un costado, mientras la imagen propuesta por colectivos feministas ocupaba el espacio central.
Eusebia Moreno, líder mazahua y representante de estos colectivos indígenas, subrayó que la falta de ejecución de los acuerdos por parte de las autoridades retrasó el desarrollo del proyecto, al tiempo de destacar que las mujeres indígenas estaban abiertas a retomar el diálogo y trabajar junto con los grupos feministas para lograr acuerdos que beneficiaran a todas las mujeres de la Ciudad de México.
Por su parte, Erika Maya, también de origen mazahua, explicó que en el pasado el diálogo con los colectivos feministas se rompió debido a actitudes de discriminación hacia las mujeres indígenas.
Además, señaló que personas ajenas a las comunidades hablaron en nombre de ellas, lo que deterioró la comunicación con las autoridades y los grupos feministas.
Cabe señalar que las mujeres indígenas habían tenido una audiencia con Clara Brugada y esperaban que se restablecieran los canales de comunicación con las diversas dependencias involucradas en el asunto.
Florentina Santiago, de la comunidad zapoteca, lamentó que las mujeres indígenas no hubieran sido consultadas en la decisión que permitió la instalación de la estatua feminista en el centro de la glorieta.
Recordó que en la capital residían miembros de 58 grupos indígenas y afromexicanos que debían ser representados de manera justa. Finalmente, las líderes indígenas pidieron a Clara Brugada que facilitara el diálogo para que ambas figuras pudieran coexistir en el centro de la glorieta, que proponían renombrar como “Glorieta de las Mujeres en Resistencia”.
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