391 lecturas
Ana María Vázquez
@Anamariavazquez
Durante años, la violencia de género se extendió y normalizó desde quienes debían dar el ejemplo, las figuras públicas, fuimos llamadas “el viejerío”, “lavadoras de dos patas” o se nos denigraba con preguntas que pretendían ser graciosas como: ¿las mujeres también son seres humanos?
La cosificación y humillación de la mujer llegó al cine con las películas de ficheras y a la televisión con Brozo, en donde era el pan de todos los días. La burla, el denigrar o humillar a una mujer llamándole “putona, piruja o nalguita” es una muestra de lo que todas hemos vivido, el demeritar un logro académico o profesional, minimizando el trabajo y sugiriendo un puesto por intercambio sexual es y ha sido el pan de cada día para muchas profesionales.
El advenimiento de las redes sociales hizo que esta violencia se magnificara, disfrazándola de “humor” y se crearon fotomontajes para seguir humillando y violentando: ha sucedido con Luisa María Alcalde, con gobernadoras, con la actual presidenta y ahora con la senadora Andrea Chávez a quien Antonio Garci Nieto ha dirigido sus ataques con la difusión de un fotomontaje con el texto: “La Cenadota de la República”.
Ante el reclamo inicial en redes, el monero se justificó diciendo: “yo no generé esa imagen (…) lamento que el humor gráfico le moleste” Dudo que el empleado del periódico El Financiero desconozca la Ley Olimpia, esa que ha sido aprobada ya en 3 países y que sanciona la violencia digital, dudo que desconozca que compartir una imagen de esa naturaleza no lo exime de responsabilidad y por supuesto, dudo más que eso sea humor gráfico.
Últimamente se ha llamado a todo “humor” y no hay nada más lejano a ello, el humor nace de la crítica inteligente, no de la sexualización o de la humillación a otro ser humano; tampoco es humor negro o comedia negra, aunque muchos lo llamen así por desconocimiento, y mucho menos sátira.
El humor gráfico político tiene otras constantes que el monero conoce a la perfección. Celebro que la senadora Chávez haya decidido tomar acciones legales al respecto y sentará un precedente por ella y por todas. Ya es hora de que se deje de disfrazar la misoginia y la violencia con el pretexto del “humor”.
