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El candidato integra en su un equipo un historial de corrupción inmobiliaria en la CDMX y su rival es señalada de un autoritarismo como dirigente en Tlaxcala por su cercanía con Calderón
OMAR MONTALVO
GRUPO CABTÓN
Durante las semanas anteriores cambiaron los contendientes a la presidencia nacional del PAN y dejó solamente a los exlegisladores Jorge Romero Herrera, quién desde el 2023 anunció sus intenciones de ser dirigente. Su única rival es la originaria de Tlaxcala, Adriana Dávila, quién es señalada por grupos panistas que ascendió en los cargos públicos, gracias a su padrino político, Felipe Calderón.
Romero Herrera se ha desempeñado desde 2018 como legislador federal y este 2024 consiguió su reelección, pero dejó su cargo para contender por la dirigencia. Su nombre es relacionado con el llamado “Cártel Inmobiliario”, ya que durante su gestión como delegado de Benito Juárez (2012-2015), incrementaron los casos de corrupción en el sector de bienes raíces, tema que incluso denunció el ex presidente Felipe Calderón (2006-2012).
El panista es relacionado por extorsionar a empresarios para poder construir en BJ y evitar suspensiones a complejos inmobiliarios con pisos excedentes. Incluso en junio de 2023 su hermana Noelia Romero, fue incluida en investigaciones por enriquecimiento ilícito, que, sin tener ingresos, reportó propiedades millonarias.
Su rival, Dávila Fernández creció en la política cuando fue coordinadora de la campaña de Felipe Calderón en Tlaxcala, lo que le permitió obtener una diputación federal hasta 2009. Después se convirtió en dirigente estatal del PAN desde 2009 a 2018, senadora de 2012 a 2018 y otra vez diputada federal entre 2018-2021, pero como plurinominal.
La panista aspira a convertirse en la primera mujer para dirigir el PAN y ha señalado que la presidencia de Marko Cortés en el partido, acapara los puestos para su grupo cercano. Como una de las representantes de la facción calderonista, ha hecho la misma crítica en estados como Puebla, donde los blanquiazules afines a Romero, rechazaron su candidatura. Incluso han mencionado que su crecimiento, se debe a la influencia del ex presidente ya que nunca ha ganado una elección por la vía del voto directo.
La falta de liderazgo de la panista en el estado de Tlaxcala es observada por otros círculos blanquiazules como caótica, ya que, durante su dirigencia, perdió la mitad de militantes.