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Por Ricardo Sevilla
En la derecha dicen que el presidente López Obrador es un dictador. Se trata de una tonta ocurrencia.
¡No hay ningún dato duro que sustente esa babosada!
¿O qué piensa usted de que Nayib Yamasaki Rodríguez, un priísta y colaborador de Televisa Veracruz, haya sido señalado por lanzar una botella de agua hacia el presidente AMLO, un acto que refleja la polarización política que han inoculado en la derecha.
Y resulta que este mequetrefe, que vaya usted a saber dónde diablos está metido, no solo ha agredido al Presidente, sino que también se ha dado gusto insultando a la gobernadora electa de Veracruz. Rocío Nahle, a quien descalifica con términos despectivos.
Este tal Yamasaki es uno más de los soldado lobotomizados de la derecha que buscan desacreditar al gobierno actual.
La conducta violenta de este sujeto retrata de cuerpo entero a la derecha, anegada de intolerancia y belicosidad.
Y déjeme informarle que, a raíz de todo esto, revelamos que Nayib tiene un hermano, Hassif Yamasaki Rodríguez, quien ha prosperado en el ámbito empresarial, obteniendo contratos millonarios con varios municipios y ayuntamientos de Veracruz.
Esta odiosa relación entre política y negocios, que siempre ha existido, vuelve a resaltar las conexiones que suelen existir entre amigos y cuates.
La situación de Nayib Yamasaki no solo ilustra la tensión política en Veracruz, sino también las dinámicas familiares que pueden afectar el panorama empresarial local. Y ahí, seguramente, pondrá atención la próxima gobernadora de ese estado.
¡Ya basta de tonterías! Ni dictadura ni tiranía, ni nada de esas burradas. Si hubiera cualquiera de esas cosas, el tipejo que le aventó esa botella de agua al Presidente ya hubiera recibido su buena dosis de catorrazos, por decir lo menos. Y no ha ocurrido nada de eso. Así que cualquier burro de noria, en esta democracia histórica que estamos viviendo, podrá seguir haciendo sus estulticias sin que nadie le robe el sueño.
