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Desde la creación del Fobaproa, modificaciones a leyes para iniciar la guerra contra el narco y las constantes reformas educativas y energéticas
OMAR MONTALVO
Ciudad de México. – La reciente aprobación de la reforma al Poder Judicial de la Federación (PJF) fue de gran rechazo para los legisladores de los partidos de oposición PRI y PAN, quiénes declaran que el proyecto es una traición a la patria, sin embargo, ambas fuerzas políticas fueron clave para la aprobación de iniciativas perjudiciales en sexenios anteriores y sólo se han opuesto a los proyectos recientes.
El trabajo legislativo perjudicial para mexicanos se observa entre varios casos con la creación del Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa). La iniciativa de 1990 donde la deuda de la banca privada la paga el gobierno se activó en 1995 y hasta el 2023 los contribuyentes son parte de un adeudo de 901 mil 700 millones de pesos, que de acuerdo a expertos, los intereses provocarán que se siga pagando en los próximos 70 años. La creación del Fondo se llevó a cabo por fast track con 326 votos a favor del PRI y PAN.
La educación ha sido un ámbito para manejar a su antojo por los partidos de oposición. En la reforma educativa de Vicente Fox (2000-2006), cuando el PRI y PAN contaron con 417 diputados, se aprobaron los cambios en 2003 para que el financiamiento público a escuelas fuera proporcional al desempeño de los estudiantes. Al término del sexenio expertos indicaron que es un fracaso, pues la atención llegó sólo al ocho por ciento de las escuelas en el país.
En 2008 durante el sexenio de Felipe Calderón (2006-2012) con 395 votos a favor del PRI y PAN, fue aprobada la reforma energética para permitir la participación social y privada del petróleo nacional. A partir de esta política, los gasolinazos comenzaron a suceder cada año. En 2009 reformó la ley de seguridad, para militarizar el país, que sólo agravó la guerra contra el narcotráfico al incrementar en 2010 a 15 mil víctimas por enfrentamientos.
Con Enrique Peña Nieto (2012-2018) llegó otra reforma energética y educativa. La primera fue aprobada en 2013 con 354 votos a favor del PRI y PAN, que abrió la explotación del petróleo a privados. Al término del sexenio el petróleo tuvo los niveles más bajos en la elaboración de gasolina, los gasolinazos de mayor incremento y a su vez encareció productos de la canasta básica. Mientras que la reforma educativa aprobada con 356 votos de la derecha, buscó mejorar el sistema educativo con la evaluación de maestros, pero terminó por convertirse en una ley estructural que no incidió en la forma de impartir clases.
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