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Miguel García Conejo
Terminaron los Juegos Olímpicos de Francia 2024. Fue un extraordinario encuentro. Quedaron escritas páginas imborrables de nuestra historia.
A nivel de la política, previo a la conformación del próximo Congreso y Senado se vive otra olimpiada: la Olimpiada Política.
Esta ha sido encabezada por la oposición para “vender” la idea de una supuesta sobrerrepresentación de Morena y sus aliados.
En las últimas semanas han intentado llevarse la medalla de oro y hacer lo impensable: que la Constitución se interprete a su modo; es decir ganar lo que no pudieron obtener mediante el voto de los ciudadanos en las urnas.
Así ha sido este ejercicio, los partidos derrotados PRI, PAN, PRD y Movimiento Ciudadano han llorado las últimas semanas para que la ley se ajuste a sus intereses una verdadera: “Olimpiada política” qué ni Michael Phelps o Usain Bolt lograron dentro de sus competencias.
Ahí está la ironía. Todos los campeones olímpicos con base a su esfuerzo y trabajo obtuvieron sus victorias dentro de su cancha y con ello levantaron sus medallas.
Imaginen ustedes que los derrotados después de los Juegos Olímpicos exigieran que se cambiaron las reglas para que a ellos les dieran también una medalla, la que no lograron compitiendo una verdadera vergüenza de la mal llamada “oposición” una Olimpiada política que sólo se ve en México.