229 lecturas
Resulta que Camila Martínez se ha convertido en un auténtico dolor de muelas para muchos de Morena en la alcaldía Benito Juárez.
Esta escribana viene aquí a alertar a Leticia Varela acerca del comportamiento de esta pseudo política de pacotilla, que no hace más que hablar mal de sus compañeros, pero sobre todo de la excandidata a la alcaldía a la que calificó, frente a otros morenistas, de inepta y perdedora. ¿Se le habrá olvidado a la mujer que ella también perdió frente a Liz Salgado, del PAN, en la Benito Juárez?
Vamos, seamos honestos, era imposible que le ganaran a la fórmula que había en la alcaldía. Luis Mendoza les dio una clase épica de cómo hacer política sin chismes, sin palabrerías, sin groserías y sin golpes bajos.
Querida Lety, aguas con Camila, porque -así como la ves- es más cizañosa y ponzoñosa que esta columnista, y mira que eso ya es mucho decir. No es que una mienta, sino que dicen por ahí que lo que incomoda no es lo que se dice, sino cómo se hace.
Por ahí le dijeron a esta chismosa que no solo habla pestes de Varela, sino también de Hugo Torres Zumaya; Eduardo del Mazo; Pablo Hernández, “el fifí de Morena”, y Enrique Tamayo. ¿Quién la viera? Con esa sonrisa de caballo, de oreja a oreja, y tanta hipocresía que emana de sus labios cuando está frente a ellos, y tantos puñales que trae guardados para clavárselos, uno por uno, por la espalda.
¡Qué feo que seas así, Cami! Pero, bueno, qué se podía esperar de ti, si -por ejemplo- a Lalo del Mazo le hacías la barba porque en su rostro veías un símbolo de pesos con el que, pensaste, podrías financiar tu campaña política.
En fin, caras vemos, corazones no sabemos. Lo que sí es que hay morenistas recién nacidos como Ana Villagrán que no la tragan. El otro día se dieron un encontronazo en un evento, porque la todavía diputada no dejó que Camila hablara mal de Del Mazo, a quien le apesta la vida pues de política no come. Él es el empresario que toda fórmula debe tener para sostener un proyecto.
Camila, tantito decoro no te vendría mal, querida.
