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Por Verenice Téllez
Los pataleos de la oposición los arrastran a una actitud de sinrazón, sin argumentos repiten mentiras como si con ello pudieran revertir lo que ya son hechos consumados; millones de mexicanos decidimos relegarlos de las decisiones trascendentales del país, votamos por qué nunca más regrese la pesadilla neoliberal. Por el contrario, elegimos que se profundizará la Transformación.
La derecha eligió la estrategia mediática de la mentira y la descalificación, generando una retórica que solo hacen sentido en su furia contra la Cuarta Transformación.
Ahora resulta que reclaman 10 millones de votos que no lograron obtener mediante el convencimiento ciudadano, respaldan dicha demanda en argumentos jurídicos inexistentes.
No es novedad este reclamo insensato de la sobrerrepresentación, es el único recurso que les queda para no desaparecer del foro mediático.
Su afán de mantenerse en la nota de los titulares en los diarios los obliga a inventarse historias que ya ni ellos se creen.
Lanzan acusaciones sin ningún sustento, aluden información falsa, sin poder demostrar de manera concreta sus dichos.
Tanto la sobrerrepresentación como intentar vincular al gobierno de México con el narcotráfico, no son más que uno más de sus discursos de odio que buscan sin tener éxito, denostar y socavar la confianza que la gran mayoría de los mexicanos ha dado al nuevo régimen de la Transformación.
La derecha mexicana seguirá intentando hacer uso de sus aliados en los medios de comunicación para influir en la opinión pública, reproduciendo y difundiendo información no veraz.
Sin embargo, los hechos valen más que mil mentiras, son innegables los cambios y el avance en todos los rubros importantes para nuestro país.
El sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador ha marcado ampliamente las diferencias con los anteriores gobiernos neoliberales, lo que resulta un sinsentido por parte de la oposición insistir en autonombrarse los impulsores de la justicia.
