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Por Jorge Gómez Naredo
Los de la hoy oposición afirmaron, durante años, que si Andrés Manuel López Obrador llegaba a la presidencia de México habría un caos en materia económica. Repetían que el peso se devaluaría de forma alarmante, que las inversiones extranjeras huirían y que la economía mexicana, que había sido “estable” durante años, entraría en una vorágine donde los más afectados serían los ciudadanos de a pie.
Nada de esto sucedió.
Aquí lo que ha sucedido, en materia económica, en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
El peso no se devaluó como sucedía con los gobiernos emanados del PRI y del PAN. Durante décadas, lo único seguro cuando entraba alguna administración es que el peso perdería fuerza frente al dólar. Es cambió con López Obrador. El peso no sólo no se devaluó, sino que se recuperó frente al dólar. Incluso, llegó a ser una de las monedas con mejor desempeño en todo el mundo.
Respecto a las inversiones extranjeras, durante el gobierno de López Obrador no sólo no se fueron, sino que llegaron más y más. Fue tanta la confianza que desde el extranjero se le dio a nuestro país que 2023 fue el año con más inversión extranjera en toda la historia de México.
Ahora bien, los de oposición indicaban que la economía, con AMLO, se iría en picada. Y nada de eso sucedió. Hace unos días la Secretaría de Economía, Raquel Buenrostro, indicó: “pasamos de ser la economía, recuerdan hace poquito, de ser la economía 15 a ser la economía número 12 a nivel mundial. Somos la doceava economía más grande del mundo, si seguimos a este ritmo, nosotros tenemos expectativas muy, digamos, muy optimistas que muy pronto podríamos estar en el top ten de las economías a nivel global”.
Así pues, toda la guerra sucia en materia económica que se hizo en contra de López Obrador antes de que llegara a la presidencia fue eso: guerra sucia. Nuestra economía va bien, y a los de oposición esa buena noticia parece enojarles.