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En Venezuela, la autoridad electoral ha declarado ganador de los comicios presidenciales a Nicolás Maduro. Allá, en Venezuela, han contado el 80 por ciento de las casillas. Esto quiere decir, en términos llanos, que la victoria de Nicolás Maduro es inminente. Y la derecha internacional lo sabe.
Y precisamente por eso, ha desplegado a su tropa de opinadores nacionales y extranjeros para que salgan a denostar al gobierno venezolano. Y esa especial beligerancia no tiene nada que ver con la preocupación del pueblo venezolano. Y tampoco tiene que ver con una simple animosidad. En relación, estos ataques políticos y mediáticos tienen razones de fondo que vale la pena analizar minuciosamente.
En primer lugar, el ataque de la comentocracia mundial contra Venezuela, se debe a que, desde hace muchos años, ese país decidió desafiar al imperialismo y al modelo neoliberal estadounidense. Y es que, en Venezuela, desde el mandato de Hugo Chávez, los últimos gobiernos han propuesto trabajar abiertamente para el socialismo. Un modelo que, por cierto, pugna esencialmente por la propiedad social de los medios de producción.
En segundo lugar, hay que decir que Estados Unidos teme que los Brics respalden e integren a Venezuela en su bloque y esa nación comience, en poco tiempo. a tener una importancia capital en el actual concierto mundial.
Y aquí es importante recordarle a la gente que los Brics conforman un foro político y económico de países emergentes, que ha escandalizado los castos oídos conservadores del neoliberalismo.
Pero la pregunta de fondo es ¿Por qué le da tanto miedo a Estados Unidos el socialismo? ¿Por qué esa nación le teme tanto a un modelo que tiene como principal objetivo la justa distribución de la riqueza? ¿Por qué temerle a un modelo que apoya a la colectividad y a los esquemas cooperativos? Justo por eso: porque Estados Unidos ha seguido a pie juntillas el modelo capitalista. Y el capitalismo promueve la acumulación de capital, de dinero: de riqueza. Al capitalismo le importa un cacahuate el pueblo.
Por Ricardo Sevilla