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La presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Norma Piña, se reunió en diciembre con Alejandro Moreno, Alito, el presidente del PRI. Fue una cena, y sucedió en la lujosa casa del ministro Juan Luis González Alcántara Carrancá.
Asistieron a la cena también los magistrados electorales Felipe de la Mata Pizaña, Felipe Fuentes Barrera y Mónica Soto Fregoso.
Según los testimonios recabados, sólo Norma Piña y González Alcántara sabían que acudiría Alito. A dicha reunión también fue invitado Santiago Creel, quien era en ese entonces el coordinador de la campaña de Xóchitl Gálvez.
La ministra Piña jamás dio una explicación de por qué convocó a dicha reunión ni los temas tratados ahí. Por donde se le vea, esa reunión no debió haberse dado, pues además de las sospechas que generó, evidenció que, entre los partidos de oposición y la cúpula del Poder Judicial, había diálogo e intención de acuerdos.
Este miércoles, el presidente Andrés Manuel López Obrador le pidió a la ministra Norma Piña que explicara por qué se reunió con Alito, qué temas trataron y a qué acuerdos llegaron. Dijo el mandatario: “El que la presidenta de la Suprema Corte va a una cena a la casa de otro ministro, una casa de lujo en Las Lomas, y se entrevista con el presidente de un partido, cenan y seguramente llegan a acuerdos. Que, por cierto, debería de informar la señora de qué hablaron y, además, cómo es que aceptó ir a esa cena en pleno proceso electoral”.
La virtual presidente electa, Claudia Sheinbaum, también el miércoles pidió que la ministra Norma Piña explicara por qué se reunió Alito.
La presidenta de la SCJN debe informar por qué se reunió con el dirigente del PRI, qué temas trataron y, especialmente, a qué acuerdos llegaron o intentaron llegar.
Esa reunión transformó a Norma Piña de máxima autoridad del Poder Judicial a un personaje más de la oposición. Y eso es lamentable.
