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Néstor Núñez carga el peso de su apellido, así como el nombre de Ricardo Monreal, quien es su padrino político. Esto es sumamente difícil para muchos, pero a él le cayó como anillo al dedo. Qué fácil despertar un día y darte cuenta que no tienes que hacer carrera política, porque tu papá es Arturo Núñez. Sí, uno de los hombres que más robó a Tabasco cuando fue gobernador.
Pero, bueno, Néstor no ha hecho una gran labor. Hay que recordar que le entregó a Sandra Cuevas la Alcaldía Cuauhtémoc y que operó desde lo más bajo del inframundo, o sea en Tepito y Peralvillo, el triunfo de la mujer más polémica del trienio 2021-2023.
En lugar de trabajar para que Dolores Padierna ganara la administración, operó y dio dinero a los comerciantes y vendedores ambulantes para que Cuevas ganara y operara, junto a su padrino Ricardo, esa demarcación. A sus casi 44 años, lo único que ha hecho bien nuestro querido Néstor es ser un “hijo de papi”.
Cuando fue delegado de Cuauhtémoc, dejó la demarcación sumida en inseguridad, donde el narcotráfico se adueñó de las calles para hacerse de dinero del narcomenudeo, del que le tocaba su “moche” a Núñez.
La alcaldía se convirtió en el pequeño feudo de Monreal. Sin embargo, Alessandra Rojo de la Vega terminó con el poder del cacique, para dar unos nuevos bríos a la demarcación. Y, bueno, la verdad es que Núñez sabe que le conviene más ser pupilo de Claudia Sheinbaum que de Monreal.
Pero ahora ese no es el problema. Se dice que Víctor Hugo Romo buscará, a como dé lugar, tumbarlo del puesto en el que ya lo puso la nueva presidenta, pues aseguran que se siente relegado. Yo digo que quien se quede con la coordinación de la bancada de Morena en el Congreso capitalino es el nuevo favorito.