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Debido a que el Cambio Climático ha alterado los ciclos hidrológicos, con mayores evaporaciones y condensaciones
DANIEL ESCOBAR
De mantenerse el fenómeno del Cambio Climático, el ciclo del agua en el país se alterará a tal grado que las tormentas y sequías se intensificarán aún más; comentó Adrián Fernández, director Ejecutivo de Iniciativa Climática de México, en entrevista con este diario.
El experto con más de 30 años en política ambiental, explicó que las altas temperaturas en el planeta provocadas en parte por actividades humanas, han ocasionado que el ciclo hidrológico tenga un desfase, por lo que una mayor evaporación y condensación (de estado gaseoso a líquido) de nuestro líquido vital, traería como consecuencia esta intensificación.
“Todo el sureste de México va a estar sufriendo más y más de eventos climáticos extremos como tormentas tropicales, huracanes de mayor frecuencia e intensidad, eso ya está ocurriendo, y eso trae mucha más lluvia, pero ¿Dónde la trae? Donde ya había lluvia.
“El Noroeste de México está metido en un proceso de una sequía de ya muchos años (…) llueve menos de lo que solía llover”, detalló.
Tomando en cuenta que, de acuerdo con datos de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, durante este siglo la Ciudad de México ha mantenido una precipitación mayor a los 700 litros de agua por metro cuadrado, es difícil predecir en cual de los dos sentidos, ya que en niveles similares se encuentra el promedio nacional.
Sin embargo, la tendencia de la capital es de sequía, pues esta cantidad de litros va a la baja, promediando 723 en el año 2000, y 703 en el 2023, bajando en cada anualidad.
El activista también hizo énfasis en que la crisis climática se evidencia en el hecho de que se están registrando rompimientos de récords, en cuanto a bajas o altas temperaturas.
“Muchos dicen, cómo puede haber heladas con el Cambio Climático, si se supone que se está calentando la Tierra (…) se acentúan las tendencias en base a la diferencia de temperatura entre el Ecuador y los Polos”, comentó.
Otros fenómenos como la urbanización y la deforestación, también generan alteraciones en los ciclos del agua, cuestión que previno recientemente la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
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