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Por Ricardo Sevilla
Fuentes al interior de la organización México Unido contra la delincuencia sostienen que, con el fin de descarrilar la candidatura de Claudia Sheinbaum, Claudio X. González pidió a Xóchitl Gálvez que creara un grupo de presión política.
El objetivo, aseguran, era “poner en marcha una estrategia para deslegitimar a la (entonces candidata) Claudia Sheinbaum en el reciente proceso electoral”.
El resultado de esos funestos esfuerzos fue la mentada “Marea Rosa”.
De acuerdo con estos testimonios, la Marea Rosa fue creada por un grupo de abogados y publicistas en una oficina ubicada en la calle de Altadena 34, en la alcaldía Benito Juárez, demarcación donde, dicho sea de paso, también tiene su sede el Cártel Inmobiliario panista.
Al buscar la dirección, nos percatamos de que, en ese lugar, una casa blanca de tres pisos, se encuentran las oficinas de la asociación civil México Unido contra la Delincuencia.
Ahí, nos aseguran nuestras fuentes, Xóchitl Gálvez y parte de su equipo de campaña se habría reunido en varias ocasiones con Juan Francisco Torres Landa, secretario general de esa organización para pedirle que pusiera en marcha el proyecto para descarrilar a Sheinbaum.
“Son órdenes de Claudio y él no sabe esperar”, habría advertido Xóchitl en ese momento, con una risa nerviosa y desencajada.
Al punto, Juan Francisco Torres Landa se encargó de ejecutar las órdenes de Claudio X. González.
Al buscar en el repositorio de del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), pudimos encontrar que la Marea Rosa fue registrada el pasado 23 de mayo (ocho días antes de las elecciones) por el propio secretario general de la organización México Unido Contra la Delincuencia.
De hecho, en los expedientes 3163658, 3163660 y 3163661 se puede constatar que Juan Francisco Torres Landa informó al IMPI que la Marea Rosa tendría por objetivo brindar servicios jurídicos, organización de reuniones políticas y, sobre todo, “servicios de grupos de presión política”.
En síntesis: la dichosa Marea Rosa jamás fue una organización ciudadana, sino, en el peor de los casos, un grupo de presión política cuyo deleznable objetivo fue descarrilar a Claudia Sheinbaum.